Vamos a remontarnos al 4 de abril de 1836, en las Islas Keeling (o Islas Cocos), en el Océano Indico. Allí, Charles Darwin investiga el arrecife de coral vivo que rodea a las islas. Se encuentra fascinado por el enorme tesoro que le brinda el arrecife. Días antes, había escrito en su diario: “La lista de animales terrestres es todavía más pobre que la de las plantas, un puñadito de lagartos, apenas algún pájaro terrestre que se pueda considerar como tal y unos seres que acaban de inmigrar en los barcos europeos: las ratas. La isla no tiene cuadrúpedo doméstico excepto el cerdo”. Sin embargo, a pocos metros de ese páramo, en el arrecife de coral, florece una gran diversidad de seres vivos. Es un enorme misterio.
En esta situación, podemos observar cómo el sesgo cognitivo de la disponibilidad juega un papel fundamental. Recordemos que el sesgo de disponibilidad, también llamado heurístico de disponibilidad, es la tendencia que tenemos los seres humanos a juzgar la frecuencia o la probabilidad de un acontecimiento en términos de lo fácil que es pensar en ejemplos relacionados con el mismo. En la descripción hecha por Darwin, existe un fuerte desdén hacia esas islas porque no se ajustan a los modelos que tiene disponible sobre la riqueza de un lugar. Por suerte, el gran científico británico no se dejó tentar por el sesgo de la confirmación e investigó el arrecife de coral, dando los primeros pasos del camino que llevaría a revolucionar la cumbre intelectual del siglo XIX.
Para refrescar la memoria, diremos que el sesgo de confirmación es la tendencia de la mente de las personas a buscar información que respalde los puntos de vista que ya tienen sobre un tema. También lleva a las personas a interpretar evidencia de manera que apoye sus creencias, expectativas o hipótesis preexistentes.
Los grandes decisores están influidos por esta combinación entre dos sesgos que se retroalimentan. Esta interacción y sus efectos están ampliamente descriptos en los libros del Premio Nobel de Economía, el psicólogo israelo-estadounidense Daniel Kahneman, así como en los del abogado y académico norteamericano Cass Sunstein y el economista estadounidense (también Premio Nobel de Economía) Richard Thaler.
EL IMPACTO EN LOS MERCADOS
Los CEOs de las organizaciones tienen tendencia a decidir basándose en las cosas que recuerdan con facilidad. Cuanto más memorable, vívido y gráfico ese recuerdo, más probabilidades habrá de que sea utilizado para tomar una decisión, aunque lo que recuerden no sea la información más adecuada. Algo similar ocurre con todo aquello que confirmen sus modelos mentales, presunciones o presentimientos. La forma más sencilla de evitar los efectos del sesgo de disponibilidad es recordar que una idea o un hecho no tienen más valor sólo porque estén disponibles para la persona en el momento de decidir. En cuanto al sesgo de confirmación, hay que mantener un enfoque multidisciplinario, como recomienda uno de los socios principales del fondo de inversiones Berkshire Hathaway, el empresario e inversor estadounidense Charlie Munger. De esta manera, ochenta o noventa modelos soportarán más del 90% de las decisiones.
El ensayista y poeta estadounidense Ralph Waldo Emerson sostenía que “una institución es la sombra alargada de un solo hombre”. Análogamente, podría decirse que un mercado es la sombra alargada de la institución que la regula. Por ende, un mercado es la sombra super alargada de un hombre. La manera en que las sombras se alargan es a través de los modelos mentales que utilizan los hombres para diseñar, implementar y auditar las regulaciones que, mediante las instituciones, se dictan para controlar los mercados
En su libro Invertir, el último arte liberal, el ejecutivo de finanzas y ensayista norteamericano Robert Hagstrom expresa: “Cada disciplina se entrelaza con todas las demás y, en el proceso, se refuerzan entre sí. De cada disciplina, una persona inteligente extrae modelos mentales significativos, las ideas claves que se combinan para producir una comprensión cohesionada”.
Entonces, se puede inferir que, al momento de diseñar regulaciones, una de las claves es tener múltiples modelos, porque si sólo estás usando uno o dos, como la naturaleza humana tiene tanta fuerza, acabarás torturando la realidad para que encaje en tus propios modelos.
LOS SESGOS Y EL JUEGO ONLINE EN ARGENTINA
La situación actual del juego online en la Argentina muestra una clara preeminencia de la dupla disponibilidad-confirmación. Según declaraciones de algunos funcionarios de los entes reguladores de los juegos de azar, el próximo paso es comenzar a establecer acuerdos interprovinciales para que los operadores del iGaming licenciados puedan ofrecer sus servicios en las provincias que suscriben dicho convenio. Este modelo comercial permitió la comercialización y posicionamiento del Quini 6, el Loto y el Telekino a nivel nacional desde hace casi tres décadas.
Analizando este escenario, podemos observar un evidente accionar del sesgo de disponibilidad al reutilizarse un modelo ampliamente difundido y conocido en el ámbito de los reguladores. También el sesgo de confirmación hace de las suyas, ya que se sostiene el concepto jurisdiccional y territorial soslayando el hecho de que Internet no tiene jurisdicciones.
El novelista, dramaturgo y ensayista estadounidense Upton Sinclair nos advirtió: “Es muy difícil lograr que un hombre crea en no X cuando su medio de ganarse la vida es creer en X”. Esta dificultad señalada por el escritor hace que una colaboración entre el mercado informal (no X) y el formal (X) sea casi imposible para los reguladores, olvidándose de lo expresado por Darwin: “En la larga Historia de la Humanidad, aquellos que han aprendido a colaborar de la manera más eficiente son los que han prevalecido”.
En los primeros párrafos de su libro Moby Dick, el autor norteamericano Herman Melville decía: “Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste, cada vez que en mi alma hay un noviembre húmedo y lloviznoso, cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes y, especialmente, cada vez que la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metódicamente el sombrero de los transeúntes, entonces entiendo que es hora de hacerme a la mar lo antes que pueda”. Quizás sea el momento de emular a Ismael y hacerse a la mar, no para matar a la ballena, sino para, al igual que Darwin, encontrar un rico, diverso e innovador arrecife de coral con el cual colaborar para crecer y prosperar en el sector.
EL VERSO DEL RESUMEN
Será posible un Gran Acuerdo
en los juegos de azar
que nos permita lograr
que lo ilegal sea un recuerdo.
Es necesario cambiar la manera de pensar
para transformar el “combatiendo”
en un “compartiendo”
para que todos puedan ganar.
Hagamos nuestro arrecife de coral
que contenga lo diverso,
rico e innovador del universo
del juego de azar nacional.