Por Nahuel Díaz, periodista y colaborador de G&M News.
¿Qué recuerda del proceso de creación del Quini 6 en el año 1988 por parte de la Caja de Asistencia Social de la Provincia – Lotería de Santa Fe (Argentina)?
Yo era Gerente de Quiniela en la Lotería de Santa Fe y empecé con un nuevo juego. La entidad tenía un solo juego, que era la lotería tradicional, con buena colocación e ingresos. Promediando 1986, comienza a decaer por la aparición de nuevos juegos, como el Prode (pronósticos deportivos) y la quiniela, que también generaba mucho juego clandestino, debido a que era una contravención, no un delito. Entonces, pensamos en cómo aumentar los recursos de la Lotería de Santa Fe con un juego que no pudiera ser asimilado por capitales clandestinos y que fuera poceado. El nacimiento del Quini 6 se produjo ese año y, en 1987, logramos el decreto del Poder Ejecutivo provincial autorizándolo como un sorteo extraordinario de quiniela, aunque recién al año siguiente pudimos explotarlo. La Caja de Acción Social es una unidad de la administración pública; no tiene partido, ni manejo de recursos propios, sino que recibe partidas presupuestarias. En 1988, el nuevo Gobierno nos apoyó, pero no nos dio los recursos necesarios para iniciar una campaña publicitaria de lanzamiento del nuevo juego. Sin embargo, de alguna manera, nos la rebuscamos y hablamos con las autoridades de la Lotería de Entre Ríos, que fue la primera provincia que adhirió al Quini 6, y allí se nos ocurrió la idea de llevarlo a la televisión abierta. En ese momento, se trató de ATC y Canal 13 Santa Fe de la Vera Cruz. Conseguimos nos transmitieran los sorteos desde un estudio, para que la gente viera el sorteo y se enterara de que era transparente. El 31 de julio de 1988 hicimos una prueba con un millón y medio de cupones distribuidos entre las agencias santafesinas y entrerrianas para que la gente jugara gratis. Hubo 1.200.000 participantes y el ganador obtuvo un televisor color. Luego, sí fue el primer sorteo pago el 7 de agosto de 1988, con cupones que se procesaban, porque no existía la tecnología actual, que es rápida y segura.
¿Por qué piensa que, luego, este producto cobró un carácter federal y se masificó, convirtiéndose en el juego poceado más importante de la Argentina?
Uno de los atractivos de un juego como el Quini es que tiene importantes premios que se acumulan, aunque eso también podría resultar contraproducente por el hecho de que no saliera y desalentara al apostador. “Mucha plata, pero el premio no sale”, dirían. Entonces, establecimos una cláusula para que, si en tres sorteos no había ganadores con 6 aciertos, el único premio de ese momento, en el cuarto sorteo, el premio se distribuyera entre los que tenían 5 aciertos. Nos fue muy bien. En el primer sorteo, no hubo mucha venta, pero que el hecho de que se transmitiera por televisión abierta ayudó a incrementar las ventas. Rápidamente, el juego adquirió relevancia; sobre todo, en Santa Fe y Entre Ríos, donde había un buen nivel de apuestas vendidas. En el ambiente de la lotería, tuvo un impacto positivo y, en las reuniones de la Asociación de Loterías Estatales Argentinas (ALEA), donde yo era asiduo concurrente, empezamos a interesar a las autoridades, con una propuesta muy positiva y favorable para elevar los recursos de otras jurisdicciones. A partir de 1989, comenzamos a ofrecer convenios por los cuales debían transferirnos el 40% de la recaudación, el porcentaje que se destinaba a premios, otros gastos administrativos, el pago de los gastos del procesamiento, etc. Para cada provincia, quedaba una utilidad importante del 30%. De todas formas, la idea no era lucrar con lo que se vendía en otras jurisdicciones, sino que las provincias tuvieran un juego nuevo y atractivo y, además, se quedaran con un buen volumen de ingresos por el mismo. Luego, en 1990, llegó la adhesión de Córdoba y Buenos Aires, lo que obligó a tener que cambiar la ecuación numérica de aciertos. El pozo salía continuamente y pasamos a plantear los premios con 6 aciertos en 36 números, para un total de 1.947.000 combinaciones posibles. En ese momento, Lotería Nacional emitió el Loto y firmó un convenio con nosotros por el cual se formalizaba la reciprocidad de venta. Nosotros vendíamos el Loto en Santa Fe y ellos, el Quini 6, teniendo en cuenta que el mercado de Capital Federal nos interesaba mucho. Allí, surgió el posicionamiento definitivo, que posteriormente nos llevó a adoptar otro tipo de medidas, tratando siempre de aportar para una evolución favorable del juego. Cuando se agregaron Córdoba y la Provincia de Buenos Aires, también se incrementó el número total, se agregó un premio a los 5 aciertos y se adoptó en 1991 la modalidad de pagar un premio al agenciero que vendía la apuesta ganadora. Así se fue dando un proceso de ventas que se expandió a toda la Argentina, una realidad que resultó muy positiva para ALEA.
¿Cómo ve hoy al Quini 6 y qué lo diferencia de otras decenas de propuestas de entretenimiento para que siga siendo el juego preferido de los argentinos?
En los últimos tiempos, la vigencia de los juegos no ha sido tan duradera. Hay un mercado dinámico, cambiante, y la gente siempre tiene nuevas expectativas, lo que incluye a la industria del juego. Sin embargo, el Quini 6 ha sido la excepción, manteniendo su vigencia, pese a cumplir 35 años. Además, se han tomado medidas positivas, como los sorteos de los mil millones de pesos, que hubo dos el año pasado y otros dos este año. Se insistió con una publicidad intensa que anuncia los pozos vacantes y en la cual también se ve la cantidad de ganadores. A partir de 1994, se fueron incorporando nuevos sorteos, como el Revancha, el Siempre Sale, premios extra, etc. En definitiva, hay una cantidad de jugadas que siempre asegura pozos con importantes sumas ofrecidas al público. La evolución del juego demandó que se fueran incrementando los niveles de números. Hoy, tenemos un universo de 46 números, del 00 al 45. Todo eso nos asegura, de alguna manera, la vacancia del pozo, pero habiendo 4 o 5 sorteos, siempre se puede ganar. En cada mes, hay grandes premiados y la gente sabe que existen apuestas ganadoras. Todo eso genera indudablemente un efecto positivo para la comercialización del juego. Creo que, al igual que en las últimas décadas, en este momento, el Quini 6 goza de muy buena salud.
¿Cuál es su opinión sobre la irrupción de las nuevas tecnologías (juego online, juego móvil) y la participación de nuevos públicos en el sector del juego en el país?
No podemos desconocer la incidencia que los avances tecnológicos han tenido en todos los sectores socioeconómicos de la industria, principalmente, por el progreso de las comunicaciones. Tampoco podemos ignorar que, en este momento, el uso de la tecnología es importante y, por eso, el juego online ha sido adoptado por la mayoría de las jurisdicciones, comercializando distintos tipos de apuestas. Esto sucedió mediante la oficialización por parte de los Estados provinciales, para evitar la proliferación de sitios irregulares. Hay que tener en cuenta al online porque va a incidir en los juegos tradicionales, debido a que tiene muchas ventajas. El jugador puede hacer su apuesta desde la comodidad del living de su casa sin tener que trasladarse hasta una agencia, y con variadas ofertas. A este ritmo, va a llegar el momento en el que se deba analizar profundamente la comercialización de todos los juegos tradicionales mediante la modalidad online, lo que traerá aparejado otro problema: las ventas de las agencias físicas tradicionales. Es un tema esencial a considerar. ¿De qué manera las redes de venta de cada provincia podrían participar en la comercialización del juego online? Hay que buscar la mejor forma de integrar a las agencias.
¿Cree que esta experiencia exitosa del Quini 6 puede replicarse en otros territorios de Latinoamérica?
La mayoría de los países de la región tiene juegos como el Loto, que es para consumo masivo. La Unión Europea posee el Euromillones, que se instauró a partir de la implementación del euro como moneda. En Estados Unidos, existen lotos, que son noticia por los millones de dólares que ofrecen en premios. Se trata de mercados en los que juegan millones de personas. Creo que es muy posible replicar el Quini 6 en otros países utilizando las más modernas tecnologías, con lo cual incluso podría ser transformado en un juego en línea.