Te invito a que pienses en uno de los días más felices de tu vida. Rememora el lugar, el espacio, la emoción. ¿Sabes si sonreías? ¿Recuerdas qué hacías? Ahora, regresa a aquellos días en el colegio, cuando ansiabas locamente la hora del descanso para poder salir a jugar. No había necesidad de tener juegos sofisticados; podías correr, gritar, reías a carcajadas con tus compañeros/as. ¿Se parece eso a la felicidad que sentías en tu recuerdo anterior?
Así es el Juego, entendiéndolo como una manifestación inherente a la condición del ser humano. No es algo planeado ni pensado. No requerimos grandes artilugios para realizarlo, sino simplemente tener el deseo, la disposición y la actitud para pasarla bien.
Sé que me podrás decir que hay juegos mucho más complejos, que requieren reglas, jugadores y estrategias, pero, en este momento, te hablo del Juego Libre; ése que nace del corazón, que nos divierte, nos emociona, nos hace crear monstruos, dragones, princesas, piratas, con cajas, con rollos de papel, con los trapos tirados en casa.
EL JUEGO COMO UN DERECHO PARA TODOS/AS
El juego no tiene edad. Sin dudas, ése es un gran tabú de nuestra sociedad actual. Creemos que el juego es sólo para niños, que los “mayores” ya no tenemos tiempo para jugar, pero es porque no jugamos que nos volvemos mayores. Olvidamos imaginar, creer, crear desde lo profundo de nuestras emociones, sin esperar que las cosas sean perfectas, en mundos increíbles y fantásticos. Un adulto que juega es un adulto con alma joven, que continuará siendo feliz. Por supuesto que el juego puede estar acompañado de apuestas por dinero, de manera responsable, pero no necesariamente.
Por eso, y para no olvidar la importancia que tiene el juego en la vida de todo ser humano, en el año 1999, la Dra. Freda Kim, en ese entonces presidenta de la Asociación Internacional de Ludotecas (ITLA), propuso que el 28 de mayo se celebrara el Día Internacional del Juego. En esa fecha se instauró formalmente con acta constitutiva la ITLA. Desde entonces, este día se celebra en 49 países del mundo.
La ONU ha clasificado al juego como “una necesidad existencial”, pero, sobre todo, lo reconoce como un Derecho, dentro del art. 31 de la Convención sobre los Derechos de los Niños, firmada en 1989. Allí, el texto dice: “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes. Los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística, y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento”.
Así que este 28 de mayo celebra este Día Mundial del Juego. Deja a un lado tus ocupaciones por un rato, imagina, crea, diviértete y recuerda a ese/a niño/a que no necesitaba mucho para ser feliz. ¡Feliz Día del Juego!