Gricelda Soledad Ruibal anticipa en esta columna exclusiva los lineamientos de los protocolos oficiales que se implementarían para el sector en el mayor territorio del gaming de la Argentina.
El 11 de marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró como ‘pandemia’ al brote de Coronavirus, COVID-19. Esencialmente, la decisión derivó de la gran velocidad de propagación del virus. La entidad instó a los Estados a tomar acciones urgentes y decididas para la identificación, confirmación, aislamiento, monitoreo de los posibles casos y el tratamiento de los confirmados, así como la divulgación de las medidas preventivas, a fin de mitigar el contagio.
La evidencia muestra que la propagación del COVID-19 continúa, a pesar de los esfuerzos estatales y de la sociedad. En consecuencia, al no existir todavía medidas farmacológicas como una vacuna o medicamentos antivirales, son las medidas no farmacológicas las que tienen mayor costo/efectividad.
En la Argentina, el Poder Ejecutivo Nacional, mediante el decreto 260/20, estableció la emergencia sanitaria por el plazo de un año. Desde aquel momento, los Gobiernos provinciales han debido velar por el cumplimiento de las medidas sanitarias en cada una de sus jurisdicciones estableciendo protocolos propios para el restablecimiento de determinadas actividades, los cuales serán aprobados para su implementación por el correspondiente Ministerio de Salud.
LOS PROTOCOLOS Y EL IPLyC
El Instituto Provincial de Lotería y Casinos de la Provincia de Buenos Aires (IPLyC), un mercado con más de 10 millones de habitantes, es la autoridad de aplicación de los juegos de azar en la jurisdicción. Actualmente, está trabajando en la elaboración de un protocolo para la reapertura de las salas de juego en todo el extenso territorio (307.571 km2). Los lineamientos que se manejan serían los siguientes:
Aislamiento social:
a. Coeficiente de ocupación: se establecería un máximo de personas del 50% como capacidad permitida. Asimismo, el layout de las máquinas debería tener una distancia de 1,5 mts. a 2 mts. entre butacas.
b. Se incrementarían las terminales de pago autoservicio.
c. Se suspenderían todos los otros servicios conexos, como cafeterías, venta de comestibles, bebidas, máquinas expendedoras, shows, guardarropas, etc.
d. Se suspendería el uso de ascensores.
e. Se eliminarían los sectores de descanso, como sillas, sillones, banquetas, etc.
f. Se implementaría un control de ingreso con medición de temperatura. A la vez, se fijaría el cumplimiento en la utilización de tapabocas por el público apostador y el personal de la sala.
g. Se suspendería la sala de Bingo Tradicional por el tiempo que dure la emergencia sanitaria.
Higiene y desinfección:
a. Cada sala de juego debería contar con protocolos de limpieza; en especial, desinfectar las máquinas electrónicas de juegos de azar y las butacas de cada una de ellas. Este procedimiento se realizaría antes, durante y al finalizar la jornada, como así también cada vez que se produzca un cambio de apostador.
b. Todos los ambientes deberían estar provistos de sistemas de aire acondicionado, manteniendo un sistema de ventilación que favorezca la renovación constante del aire.
c. Se incorporarían arcos sanitizantes con sistemas de detección por aproximación en cada ingreso a las salas de juego.
d. Se contaría con dispensadores con alcohol en gel o soluciones desinfectantes para manos en diferentes áreas: sanitarios, cajas, pasillos, ingreso, etc.
3. Comunicación visual: se difundirían las medidas de prevención y cuidado personales. Se indicarían mediante señalizaciones las distancias obligatorias en cada sector.
4. Se capacitaría al personal de las salas en las medidas de prevención y los protocolos de limpieza y trabajo en específico en cada sector de la sala.
5. Se prohibiría el ingreso a toda persona que se encuadrara dentro de los grupos de riesgo establecidos por el Ministerio de Salud de la Nación.
6. Se incorporarían separadores entre los puestos de trabajo o distanciamiento de 1,5 mts. a 2 mts. entre cada puesto de trabajo.
7. Se establecerían protocolos específicos de atención a proveedores y otras empresas que presten servicios a las salas de juego.
Por supuesto, hay que recordar que estas pautas están en discusión y pueden ser modificadas por las autoridades del IPLyC. Al momento de la redacción de este artículo, los protocolos para el gaming no estarían aprobados en su totalidad por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.