En la madrugada de hoy, y después de 30 años, el texto del proyecto PL 442/91 que libera casinos, bingos y jogo do bicho en el país fue aprobado por la Cámara de Diputados por 246 a 202 votos, derrotando intentos de obstrucción de grupos evangélicos y católicos, y bajo críticas de parlamentarios sobre la urgencia de votar la propuesta en este momento.
Para poder considerar el texto, el relator del proyecto, diputado Felipe Carreras (PSB-PE), debió realizar una serie de concesiones para tratar de reducir las resistencias. Sin embargo, no pudo conseguir el apoyo de la oposición y de grupos religiosos, que comenzaron a apostar por el veto del presidente Jair Bolsonaro (PL) a la propuesta. “Estamos a punto de votar o no, de aprobar o no un proyecto que genera polémica. Las controversias las resolvemos en el pleno. Siempre, desde que fui electo en este cargo, dejé en claro que esta Cámara tendría autonomía para que el pleno decidiera sobre los más diversos temas, sin perjuicio de ninguno de ellos”, aseguró el presidente de la Cámara, Arthur Lira (PP- AL).
En cuanto al Gobierno, dio libertad a sus diputados, pero recordó que Bolsonaro puede vetar el texto. “El Gobierno tiene partidos con diferentes entendimientos, y el Presidente de la República mantendrá su prerrogativa de veto si el proyecto se tramita y llega a consideración”, dijo el vicejefe de Gobierno Evair de Melo (PP-ES).
HISTORIAL DEL PROYECTO Y MODIFICACIONES HECHAS POR CARRERAS
Los juegos de azar están prohibidos en Brasil desde 1946, por decreto del entonces presidente Eurico Gaspar Dutra, quien los consideró -absurdamente- como “una práctica contraria a la tradición moral, legal y religiosa del pueblo brasileño”. Originalmente, el proyecto votado fue presentado por el diputado Renato Vianna (MDB-SC) en 1991 y fue tramitado con cierta regularidad hasta 1995, cuando se estancó. El tema se retomó en 2008, pero tampoco hubo avances. En 2015, se creó una Comisión Especial para debatir el texto. Se elaboró un informe, utilizado por Carreras como base para emitir su dictamen. El diputado presentó un primer informe a última hora de la noche del martes 22, lo que llevó a los parlamentarios opositores a pedir al menos 24 horas para poder analizar el texto. A lo largo del miércoles, el relator visitó bancadas partidarias para tratar de negociar ajustes que eliminaran parte de las resistencias al proyecto. El nuevo dictamen, sin embargo, recién se ingresó al sistema después de las 9 de la noche, cuando ya había comenzado la votación.
El dictamen de Carreras busca regular los juegos de casino, bingo, jogo do bicho, turf (carreras de caballos) y juegos en línea. Carreras incluyó los casinos turísticos (hoteles que podrían explorar la actividad) en su informe, y aumentó el número de licencias de casino en algunos estados, como Pará y Amazonas, debido a su extensión territorial. Otro cambio fue la posibilidad de ubicar casinos en embarcaciones fluviales por un período de 30 días para que no se configuren como casinos fondeados.
ASPECTOS TRIBUTARIOS Y POSIBILIDADES PARA CASINOS Y BINGOS
El diputado también se pronunció sobre la redistribución del denominado Cide-Jogos, una contribución del 17% que grava la renta bruta resultante de la explotación de la actividad. La contribución será compartida entre Embratur, la financiación de actividades deportivas, la protección de jugadores y apostadores, la defensa de animales, la seguridad pública, la salud y la cultura. Para responder a las demandas de los congresistas, el relator redujo al 16% el porcentaje destinado a las entidades federativas (20% para fondos de participación estatal y 20% para fondos municipales) para cubrir recursos para acciones de prevención de desastres naturales y FIES (fondo de crédito estudiantil). Según el texto, tras la deducción de los premios pagados, los operadores deberán destinar el 0,68% de los ingresos brutos directamente a la financiación de la formación de deportistas. De ese porcentaje, el 0,48% será destinado al Comité Brasileño de Clubes (CBC) y el 0,2% al Comité Brasileño de Clubes Paralímpicos (CBCP). El relator mantuvo la tasa de Impuesto a la Renta del 20% sobre premios netos igual o superior a R$ 10 mil. Otro pedido que aceptó Carreras fue la creación de un ente regulador que formará parte del Sistema Nacional de Juegos y Apuestas, integrado también por el Ministerio de Economía, los operadores de juegos y apuestas y otros.
Para los casinos, Carreras ha establecido límites en las licencias. Se otorgará sólo una a unidades de la federación con hasta 15 millones de habitantes. Los estados que tengan entre 15 y 25 millones de habitantes podrán tener dos, y los que cuenten con más de 25 millones de habitantes, podrán recibir tres licencias. Las licencias serán a través de un proceso de licitación técnica y precio propuesto y se elegirá la oferta más alta para obtener la licencia, con capital pagado de R$ 100 millones. Se prohíbe más de un establecimiento por entidad federativa para un mismo grupo económico y más de cinco para el mismo grupo económico en el territorio nacional. El Ejecutivo podrá conceder la explotación de juegos en casino en complejos integrados de ocio hasta por dos establecimientos, como máximo, en Estados con una dimensión superior a un millón de kilómetros cuadrados. Sin embargo, el relator prohibió la construcción de casinos dentro de los 20 km de áreas de protección ambiental, playas y regiones ocupadas por poblaciones tradicionales.
En cuanto a las salas de bingo, habrá una limitación de 1 bingo por cada 150 mil habitantes y un máximo de hasta 400 máquinas de video bingo por establecimiento. Finalmente, acerca del jogo do bicho, el proyecto indica una limitación de cantidad por estado, con la liberación de 1 ‘bicheiro’ por cada 700 mil habitantes en cada estado. Ahora, será el turno del Senado brasileño de asumir el trabajo hecho por los Diputados y avanzar hasta que el proyecto sea aprobado en su totalidad.