
Por Ulises Gil, periodista de G&M News.
¿Cómo fue el proceso creativo de la “Liga Valkyria” allá por 2018?
En ese año, empezamos a organizar torneos junto a un grupo de amigos con el que compartíamos ideas en común respecto al desarrollo de la escena de Esports, sobre todo, para dar más visibilidad a players y equipos que aspiraban a llegar algún día a la LVP, y ofrecer un entretenimiento más profesional, pese a estar en un ámbito amateur. Así, comenzamos a hacer una liga de League of Legends que tuvo muy buena aceptación entre los equipos en ese momento. Luego de varias ediciones y la presencia de más de 200 players, analizamos que, en nuestras filas, no teníamos mujeres participando, y eso nos llevó a rever la situación y pensar que quizás generando un espacio de “semillero” para jugadoras femeninas, podríamos ayudar a que esa diferencia, con los años, fuera disminuyendo hasta eliminarse. Con esa idea, lanzamos la Valkyria como una liga femenina, apuntando a generar un ecosistema estable para que más equipos y jugadoras se animaran a participar y dar sus primeros pasos en el competitivo.
Entonces, Valkyria surgió con una clara idea de inclusión, de dar espacio y buscar la igualdad de oportunidades para las mujeres dentro del ambiente de los deportes electrónicos. ¿Cómo ves esta cuestión hoy en día? ¿Qué crees que cambió en los últimos cinco años?
Creo que, desde 2018 hasta hoy, la cantidad, visibilidad y nivel de jugadoras se incrementaron mucho, aunque todavía resta bastante trabajo por hacer y barreras que derribar. Desde nuestro lado, como organizadores de torneos, persiste la necesidad de crear espacios de competición seguros y atractivos; por el lado de las jugadoras, se sigue requiriendo, como siempre, el compromiso con la mejora individual, en tanto que, del lado de los equipos, es menester el buen manejo de su personal, capacitación y tender hacia un ambiente mixto. También resulta importante destacar que, desde que se pensó la liga como femenina, en 2018 hasta la fecha, se hizo necesario ampliar el enfoque, y albergar también a minorías subrepresentadas, como, por ejemplo, las personas no binarias, llevándonos hoy a la creación de la liga como ‘femenina y de disidencias’, con el objeto primordial de la inclusión y visibilización de estos sectores.
El 8 de marzo de 2023, el Día Internacional de la Mujer, decidieron retomar el proyecto de la mano del popular equipo Isurus, ¿Cuáles son las sensaciones y expectativas al respecto?
En primer lugar, siento alegría por poder lanzar nuevamente el proyecto con el equipo más emblemático de la región, que siempre se caracterizó por abrir puertas a quienes se animaran a cruzarlas para crecer, como hicieron conmigo hace ya más de dos años. En segundo lugar, también está el compromiso de ofrecer a la escena y a las marcas y patrocinadores que decidan acompañarnos un producto a la altura de la calidad que siempre se asoció al Tiburón. Estoy segura de que lo lograremos.
Gracias a una alianza entre Isurus y Women in Games Argentina, además de los torneos, ofrecerán workshops bimensuales, ¿De qué tratan estos talleres?
Desde hace tiempo, Women in Games Argentina viene trabajando silenciosamente, agrupando a mujeres y disidencias dentro de los videojuegos, generando espacios seguros de contención, comunicación y networking. Me uní a la comunidad el año pasado, y me sorprendí positivamente por la cantidad de personas que la componen. No pasa un día sin que aprenda algo nuevo de sus integrantes, y esto nos llevó a pensar en sumar fuerzas, desarrollar dentro de WIGAr el área de Esports y, a la vez, traer parte de esa red de contención y formación al ecosistema de los torneos. La idea central detrás de los workshops (que comenzaron el 11 de marzo con la presencia de 15 mujeres) es dar visibilidad a mujeres y disidencias que se desempeñen dentro de la industria de los videojuegos para acercar también a la comunidad interesada. A la vez, queremos que conozcan de primera mano a profesionales que puedan tomar como referentes, bajo la premisa de que, si queremos ayudar a crear un ecosistema más sano y profesional, la educación, la accesibilidad y la inclusión deben ser nuestros estandartes.