Por Nahuel Díaz, periodista y colaborador de G&M News.
La adjudicación del contrato de operación del Baloto por $1,5 billón sigue vacante. Por tercera vez consecutiva, el proceso de licitación del popular juego de tipo loto en línea de Colombia fue declarado desierto.
El pasado 9 de febrero de 2022, el ente regulador local Coljuegos llevó adelante la audiencia pública de asignación de riesgos y dos días después, el concesionario IGT Juegos S.A.S. manifestó que no participaría en la licitación. Los argumentos esgrimidos apuntan a que el porcentaje de derechos de explotación no es de interés para el sector de los juegos de suerte y azar, pese a que se trata de la misma tarifa ofertada por dicha sociedad los últimos 10 años. El Baloto es uno de los juegos de suerte que más recursos le aporta a la salud de los colombianos, a través del pago de derechos de explotación.
Mediante un comunicado oficial, Coljuegos expresó que su accionar está dentro del marco de cumplimiento de las normas del debido proceso y que su objetivo principal es “garantizar la transparencia y libre concurrencia de los oferentes en los procesos para la selección del concesionario del juego Baloto”. Para ello, invitó a la Contraloría General de la República, la Procuraduría General de la Nación, la Agencia ITRC y la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República a participar en la vigilancia del proceso. Además, se informó que se viene trabajando para cambiar el porcentaje de los derechos de explotación del juego, algo que fue plasmado en un proyecto que será evaluado posteriormente en sesión extraordinaria de la Junta Directiva.
PROCESO DE SELECCIÓN ABREVIADA
Luego de que la Junta Directiva de Coljuegos evalúe la posibilidad de modificar el reglamento de juego del Baloto, se iniciará el respectivo proceso de selección abreviada del concesionario, siempre apuntando a “la financiación de la salud de los colombianos, mediante la continuidad de la explotación del juego para seguir generando los recursos al sector salud y consolidar este juego tan importante para el país”.
Desde Coljuegos, explicaron a G&M News: “El proceso de selección abreviada es un procedimiento establecido por la Ley 80 de 1993 para adelantar procesos de contratación pública de manera simplificada. A la fecha, no es posible indicar cuándo se iniciará dicho proceso, debido a que fue publicado el proyecto de acuerdo para comentarios, por medio del cual se aprueban las modificaciones al reglamento de los juegos de suerte y azar del orden nacional de competencia”.
El actual operador tiene contrato vigente hasta el 22 de mayo de 2022 y la necesidad de encontrar un concesionario radica en que la operación directa del juego Baloto por parte de la administración no es posible, debido a que la entidad “carece de recurso humano, presupuestal, tecnológico, de regulación normativa y de experiencia comercial necesarios para ello”.
LOS EVENTUALES CAMBIOS
Existe una propuesta modificatoria del Baloto, que fue aprobada por su Junta Directiva, que se pondrá en práctica tras definir al concesionario del juego. Habrá que determinar, entonces, qué cambios se efectuarán en la modalidad del juego y a partir de qué momento se implementarán. En ese sentido, las transformaciones del Baloto siempre deben apuntar tanto a mejorar la experiencia del usuario, como así también a incrementar la recaudación para el sistema de salud.
Una de las posibilidades es agregar un tercer sorteo semanal (hasta el momento, se realizan dos, los miércoles y sábados). Además, se incrementarían las chances de acierto para el apostador. Por ejemplo, una modalidad en la que pueda marcar 4 números del 1 al 40, a diferencia de la forma actual, en la que se marcan 5, del 1 al 43, y la Superbalota, del 1 al 16. Sin embargo, todos estos cambios están sujetos al proceso de licitación que lleva adelante Coljuegos para asegurar al operador del Baloto por los próximos cinco años.
PREOCUPACIONES DEL SECTOR EMPRESARIAL
En términos gremiales y empresariales, el presidente de la Federación Colombiana de Empresarios de Juegos de Suerte y Azar (Fecoljuegos), Evert Montero, indicó que, en las primeras dos licitaciones, el proceso se declaró desierto porque los interesados consideraron que los requisitos que se pedían hacían inviable su participación. Para la tercera, Coljuegos hizo los respectivos cambios que le solicitaron, pero persistía un problema: con la actual regulación, la operación del Baloto es inviable como negocio.
“Ellos (los candidatos a operadores) solicitan que se reduzcan los derechos de explotación para Baloto y Revancha, que están en el 32,5%, porque, con ese porcentaje, el juego no es viable. Para ellos, no es negocio”, expresó Montero. Además, aseguró que, por lo menos desde hace cinco años, el actual operador del Baloto, IGT, viene presentando pérdidas económicas. “Desde que se hizo una nueva matriz en la licitación, hace cinco años, en la que le agregaron una cantidad de elementos por los cuales la posibilidad de ganar era mucho más alta que antes, eso volvió inviable el juego y ellos tuvieron un período de cinco años muy difícil. Es por eso que, en esta ocasión, no quieren someterse a que les pase lo mismo”, insistió Montero. La solución sería hacer nuevos cambios para que al operador le quede un mayor margen de ganancia.
LIBRE COMPETENCIA
En paralelo, tras tres licitaciones desiertas y mientras se prepara un cuarto llamado, la Procuraduría General de la Nación (PGN) de Colombia está atenta al proceso y ya le pidió a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) que evalúe las posibles conductas contrarias a la libre competencia en la licitación del negocio.
De esta manera, la SIC revisará de manera preliminar esos hechos y evaluará si hay mérito para avanzar en una investigación por una presunta práctica anticompetitiva. Sin embargo, el proceso de la SIC para determinar si hay o no prácticas anticompetitivas dura de 17 a 24 meses en promedio, y sólo comienza una vez que han sucedido los hechos. Por ende, cuando se adjudique la licitación, la entidad pedirá pruebas, realizará audiencias y ahí establecerá si se debe proceder con una multa.