
Sin lugar a dudas, el sector del entretenimiento ha sido uno de los más golpeados por la pandemia a nivel socioeconómico. Sus consecuencias se vieron reflejadas en que varias empresas presentaran resultados negativos en sus operaciones de 2020, así como que estén en riesgo miles de puestos de trabajo y que los recursos transferidos al Estado sean totalmente insuficientes como para atender las distintas políticas públicas proyectadas por los Gobiernos. Además, las compañías del gaming presencial estuvieron entre las primeras en cerrar sus puertas y, tal como se desarrollaron los acontecimientos, fueron las últimas en retomar la actividad. Ante este panorama por demás preocupante, hemos visto desde los distintos Gobiernos acciones que entendemos van en un sentido contrario a lo razonable para ayudar al sector a salir de la crisis. El aumento o la creación de impuestos, cierta inflexibilidad estatal en la toma de decisiones en un escenario que claramente no es el mismo que hace unos meses, y la falta de integración y participación activa de todos los integrantes de la industria en la búsqueda de soluciones son situaciones que hacen pensar que el camino hacia la recuperación resulta cada vez más complejo.
SEÑALES DE LOS GOBIERNOS EN TORNO AL SECTOR
Es evidente que la meta de generar mayores ingresos debe ir de la mano con sostener y auxiliar a las empresas ya instaladas, y facilitar una mayor apertura a otras modalidades de juego que no estén siendo explotadas en cada una de las jurisdicciones. El crecimiento en estos dos aspectos permitirá resolver el tema de la generación de recursos y potenciará a toda la industria. El intento de elevar los recursos buscando el camino más corto pondría en riesgo la sustentabilidad de las empresas que se encuentran operando. A la vez, esto no nos permitiría visualizar los objetivos de una forma ambiciosa y profesional. Sería enfocarse en el árbol, pero no apreciar el bosque.
En cambio, si a nivel gubernamental, se dan señales de apertura y se demuestra disposición efectiva para ayudar y acompañar el crecimiento, se saldrá de la crisis más enteros y con resultados positivos a mediano y largo plazos. Entonces, el progreso deseado necesariamente sucederá sin que, en esta etapa, eso implique un esfuerzo adicional de tipo económico, ya sea para las compañías o para el público apostador. En definitiva, hay que tener paciencia y trabajar en conjunto priorizando el interés común frente al individual. Eso llevará al fortalecimiento de la industria y al desarrollo de la región.
ENTENDER Y ACOMPAÑAR PARA ABORDAR LA REACTIVACIÓN
Por otra parte, considero que los que toman las decisiones de tipo político deberían involucrarse más en todo lo relacionado a nuestra actividad. Deben saber interpretar y entender cómo funciona, y hacia dónde se dirige la industria. Así, posteriormente, cuando tengan que promover y aprobar disposiciones legales vinculadas al sector, van a poder contar con todos los elementos necesarios para acertar en esas decisiones, sin tener que asumir riesgos en determinaciones que traigan como consecuencia la adopción de resoluciones erróneas y desfasadas en el tiempo. Esto último es clave porque, a la velocidad que avanza nuestra industria, se requiere mucha celeridad en la toma de decisiones por parte de los distintos Gobiernos. Nuestra experiencia dice que, en varias ocasiones, se ha llegado tarde y mal a definir acciones concretas. Por eso, sin dudas, éste es un momento de oportunidades. La región latinoamericana necesita fortalecer y potenciar al sector. Se deben generar más espacios de diálogo entre el sector público y el privado para abordar el tema de la reactivación y discutir la apertura de nuevas posibilidades de negocios. Ojalá se produzcan las condiciones necesarias para acelerar el desarrollo efectivo de la actividad.
1 comentario
Pingback: El papel de los Gobiernos ante la crisis de la industria del juego » GC