En 2024. se cumplen 30 años desde el inicio de la actividad del juego online y, personalmente, cumplo 20 en esta apasionante industria. Es imposible no echar la mirada atrás y recordar cómo fueron mis inicios, coincidiendo con el incipiente éxito comercial de algunas marcas tales como Microgaming y Cryptologic.
Al inicio de los años 2000, recuerdo los primeros stands de marcas de juego online en una pequeña zona acotada del antiguo pabellón de Earls Court en el céntrico distrito de South Kensington de Londres. Eran no más de una veintena de stands de pequeño tamaño que, año tras año, iban comiendo espacio al segmento del entretenimiento presencial.
Lo más curioso es que varios años atrás empecé mi andadura profesional en el área de los videojuegos arcade, trabajando con marcas como Sega, Nintendo, Atari, Namco o Konami, así que puedo afirmar que profesionalmente nací al mismo tiempo que esta industria. De alguna manera, seguimos pasos paralelos hasta encontrarnos en 2004, cuando comencé a trabajar para una empresa australiana que fue de las pioneras en el online, como la operadora de apuestas deportivas Centrebet.
UN SECTOR EN EXPANSIÓN
Como referencia histórica, cabe mencionar que las apuestas en línea comenzaron cuando Hereford United y Tottenham Hotspur jugaron una revancha de la Copa FA en 1996, y un cliente finlandés apostó 50 dólares en Intertops, ahora llamado Everygame. Eurobet en el Reino Unido y Centrebet en el territorio del norte de Australia lanzaron apuestas deportivas y de carreras en línea en 1996. Un año después, se abrieron tres casas de apuestas más.
Unirme a Centrebet fue la mejor enseñanza que pude tener, incluso partiendo de una base sólida en marketing. La expansión de las primeras operaciones eran una aventura de prueba y error. Salvo Estados Unidos, Reino Unido y los países nórdicos, el resto de los territorios era inexplorado y con un ARPU por jugador demasiado bajo, además de la casi total carencia de regulación.
Al mismo tiempo que mi carrera progresaba, el juego online hacía lo mismo a pesar de los problemas legales, como lo fue para la mitad del mundo la Unlawful Internet Gambling Enforcement Act en 2006. Por aquel entonces, más de 2.300 casinos online generaron US$12.000 millones en ingresos, ya que, pese a las barreras externas la industria, empezaron a ofrecer live betting desde 2002 y ya se aceptaban apuestas por celular. De alguna manera, “si no puedes pasar una barrera, tienes que correr más para tomar impulso y saltar más alto”.
EL DESAFÍO DE LA INNOVACIÓN
Viendo el potencial de expansión, decidí dirigir mis esfuerzos hacia Latinoamérica alrededor de 2008. Entendí que, para crecer, era necesario trascender las fronteras geográficas y explorar nuevos mercados. En ese momento, marcas como Bwin, Partypoker y Pokerstars comenzaban a expandirse internacionalmente, y las regulaciones en la industria se intensificaban.
Aprovechando la regulación del mercado español, regresé a mi país para liderar un proyecto innovador en el ámbito del juego online. Durante cuatro años, estuve al frente de Winga, lanzando exitosas colaboraciones con los principales grupos de telecomunicaciones españoles, Mediaset Group y Atresmedia Group. Experimentamos un crecimiento vertiginoso, convirtiéndonos en pioneros en el producto de Live Casino, tanto en streaming como en señal televisiva en España.
Sin embargo, los cambios en la matriz del proyecto nos obligaron a replantear nuestra estrategia. A pesar de los obstáculos, la industria del juego online continuaba evolucionando, adoptando nuevos modelos de negocio. La dependencia tecnológica y la necesidad de inmediatez se volvían cada vez más evidentes, transformando la naturaleza misma del mercado.
EVOLUCIÓN Y ACTUALIDAD
Considerando el fenómeno desde una mirada presente, a medida que la industria madura, observo un cambio en el perfil de los líderes empresariales y en las estructuras organizativas. La importancia de la tecnología aplicada al entretenimiento social viene eclipsando el conocimiento tradicional del juego. Sin embargo, creo firmemente que la esencia no debe perderse en medio de esta revolución tecnológica.
Personalmente, veo este momento como una oportunidad para volver a mis raíces, explorar distintos mercados y enfrentar nuevos desafíos. Aunque la industria del juego online está en constante evolución, creo que la inmadurez inherente a este campo puede ser eterna en ciertos aspectos.
En conclusión, la industria del gaming continúa abriendo nuevos caminos, impulsada por la innovación y la búsqueda constante de diferenciación. Aunque enfrentamos desafíos significativos, entiendo que el futuro seguirá siendo emocionante y lleno de oportunidades para todos.