Aunque pueda parecer una obviedad, trabajar permanentemente en la actualización y adecuación de las regulaciones que establecen los parámetros por los cuales se rigen las loterías y/o reguladores de Latinoamérica es una tarea prioritaria para alcanzar distintos objetivos de mejora. Esto sucede no sólo en la comercialización de los productos y en el cumplimiento de los requisitos para el otorgamiento de nuevas licencias a operadores, sino también en las condiciones que deben cumplir los sistemas de captación de apuestas. La velocidad con que avanza la tecnología en todos los campos exige a las normativas estar alineadas con lo que pueda ofrecer el mercado hoy, asumiendo el desafío de poner la mirada un poco más allá, considerando el contexto y las futuras innovaciones.
Está claro que éste es un objetivo ambicioso, teniendo en cuenta que, en nuestra región, la normativa vigente recorre un abanico de formatos en cuanto a la adecuación a las implementaciones actuales. Si bien, en algunos casos, las regulaciones han ido acompañando la evolución de la industria, en otros, las redacciones de las mismas datan de varias décadas, cuando, por ejemplo, no existían la telefonía celular ni el acceso a Internet. Por lo tanto, esos textos no reflejan la situación actual de la industria y deben ser puestos al día.
LA TECNOLOGÍA Y LA ACTUALIZACIÓN DE LAS NORMATIVAS
En la década del ’70, todos los procesos de las loterías eran manuales. Las apuestas se realizaban por escrito o en formularios preimpresos y los billetes de lotería también eran preimpresos. La comercialización debía cerrarse con mucha anticipación dado que la anulación de billetes no vendidos se hacía una a una, completando manualmente una planilla que los registraba. Ésa era la realidad en muchos países cuando se redactaron las normativas encargadas de regular los juegos lotéricos. En algunos casos, esas normativas se mantienen, con alguna variante tecnológica. Corresponde también decir que no toda normativa, por más nueva que sea, resultará beneficiosa o mejorará la situación de la actividad en la jurisdicción sobre la que se aplica.
Con el paso del tiempo, se han incorporado distintas variables al análisis que las loterías o el mismo Estado efectúan en el momento de la redacción de las normativas, incluyendo (sobre todo en los últimos años) el cuidado del apostador. Es así que, por ejemplo, en países con realidades más actualizadas tecnológicamente, vieron la necesidad de modificar normativas que consideraban esta modernización. Sin embargo, los resultados mostraron que había influencias negativas de la tecnología en la conducta del público apostador, por lo que, como una respuesta, decidieron restringir la publicidad de los juegos, acotándola a determinados rangos horarios.
En LatAm, podemos citar otro ejemplo que refleja la complejidad de las variables a considerar. Es el caso de la modificación de las escalas tributarias para ciertos productos, que transformaron una actividad rentable en inviable, por el escaso margen que deja a los operadores. Otros países han trabajado en base a experiencias regionales o internacionales, con la finalidad de redactar la mejor normativa de acuerdo con la realidad de sus respectivas jurisdicciones. No es novedad que la tecnología está al alcance de la mano, en permanente evolución y presente en casi todas las actividades que desarrollan las sociedades. Así, en cada caso, es necesario tener una normativa que vaya siguiendo el ritmo de estos cambios.
LA REGULACIÓN DE LOS JUEGOS ONLINE
El último salto tecnológico ha dejado al descubierto una brecha etaria muy amplia. Los juegos lotéricos han perdido presencia en el mercado de los juegos de azar, cediendo protagonismo a las plataformas online, los Esports y otras nuevas modalidades de entretenimiento que han logrado cautivar segmentos del público apostador en sus representantes más jóvenes. Sin embargo, en muchos casos, la normativa no acompañó este salto.
Aquí es donde corresponde destacar el rol de las asociaciones o corporaciones de reguladores de loterías de Estado. En estos espacios, los organismos más avanzados en ciertas temáticas encuentran el lugar propicio para compartir ideas y propuestas con sus pares, en temas de Seguridad, Tecnología, Lavado de Dinero, Juego Responsable, Riesgos, Marcos Jurídicos y Normativos, además de facilitar el intercambio de experiencias, para beneficio del común de los organismos.
LAS ASOCIACIONES, AL SERVICIO DEL SECTOR
Existen distintas asociaciones regionales y mundiales con propósitos similares. La Corporación Iberoamericana de Loterías y Apuestas de Estado (CIBELAE) integra, junto con NASPL (EE.UU. y Canadá), EL (Loterías Europeas), APLA (Loterías de Asia-Pacífico) y ALA (Loterías Africanas), la Asociación Mundial de Loterías, WLA.
En CIBELAE, los presidentes de loterías nacionales y organismos reguladores de más de 20 países de Iberoamérica, junto a los CEOs y gerentes de empresas que prestan servicios en nuestra actividad (algunas de ellas con presencia en todo el mundo), forman parte de esta Asociación, que tiene el propósito de cumplir un rol activo en el crecimiento y desarrollo de las loterías iberoamericanas.
La formación y capacitación para el personal de las loterías es uno de los objetivos fundamentales de CIBELAE. En el último año, a las instancias de contenido académico sumamos la plataforma virtual, un espacio dedicado a nuestros miembros. Asimismo, con las comisiones técnicas, organizamos webinarios abiertos y aportamos interpretación simultánea al español y portugués en eventos de EL – WLA, permitiendo así el registro de todos quienes componen CIBELAE. Para tener más información sobre nuestro organismo, pueden visitar nuestra web y nuestras redes sociales.