A partir de esta edición, hemos querido vincularnos al maravilloso proyecto académico de investigación, capacitación y difusión que hace el medio digital G&M News para el sector de Juegos de Suerte y Azar. (JSA). Por lo tanto, y antes de comenzar con nuestro artículo de hoy, agradezco a esta plataforma de contenidos por la cordial invitación que nos cursó para participar en este esfuerzo informativo que es ya un referente del sector de JSA en nuestro hemisferio.
Quisiera recalcar, entonces, en nombre de Asojuegos, gremio que tengo el honor de presidir, y por qué no decirlo también de los otros gremios y operadores de Colombia, el notable trabajo que se ha hecho en los últimos 23 años, a partir de la expedición de la Ley 643 de régimen propio para el sector de Juegos de Suerte y Azar, por la formalización de todos los segmentos de juego que operan en el país. Asimismo, hay que enfatizar que, en ese lapso, se ha logrado posicionar a la actividad como una de las que más aporta en términos fiscales dentro de la escala de actividades de recreación y entretenimiento. Se ha recorrido un camino arduo, en muchos casos, con grandes complejidades, en especial, por la falta de reconocimiento en un comienzo de la actividad formal de los JSA. También hemos confrontado la amenaza permanente de actores ilegales que explotan este monopolio rentístico que, en el caso colombiano, es estatal, operado por privados.
IMPUESTOS QUE APORTAN A LA SALUD
En Colombia, los derechos de explotación del monopolio que pagan los operadores privados son de destinación específica para el sector de la salud, ya sea de orden nacional o territorial de acuerdo con la distribución de competencias que existe en el ordenamiento constitucional colombiano. Sin embargo, no solamente el componente fiscal se reduce al pago de unos derechos de explotación, sino que otros impuestos hacen parte de la cadena de valor de esta actividad. El pago de IVA (la mayoría de los segmentos de juego lo debe pagar), las retenciones en torno a las premiaciones y los premios no pagados (caducidad de un año para cobrar el premio) son otros de los ingresos impositivos que convierten al sector en uno de los de mayores aportes al Estado.
No puede dejar de mencionarse que cada operador declara en la renta cada año sobre sus ingresos y además las empresas tienen otros tipos de obligaciones fiscales a nivel territorial. Podemos indicar el impuesto de industria y comercio y el predial (impuesto a bienes inmuebles), que también se pagan anualmente y no son deducibles de los impuestos nacionales. Como se podrán dar cuenta, además de estar ampliamente regulada, la actividad de JSA es objeto del cobro de la totalidad de las cargas impositivas y, por tal razón, nuestros operadores se ven obligados a mantener una extraordinaria dinámica en el manejo de sus negocios.
EMPLEO, REGULACIÓN Y SEGURIDAD JURÍDICA
A la vez, es importante que se conozca la enorme fuerza laboral que impulsa esta economía del entretenimiento, generadora de mucho más de 150 mil empleos directos y otro tanto de indirectos que van desde los arrendamientos, publicidad, tecnología y otras necesidades de proveeduría para garantizar el éxito del modelo de negocios. De igual forma, los JSA se han convertido en impulsores de otras actividades económicas ligadas al deporte, los medios de comunicación, la cultura, restaurantes, bares y otras que se potencializan a partir del empuje que les da nuestra industria.
Resulta propicio señalar que una de las causas, sin duda, sobresalientes del desarrollo y modernización de la actividad de JSA en Colombia tiene que ver con la iniciativa que ha tenido el Estado para regular esta actividad. En primer término, se debe destacar que el Constituyente del año 1991 reconoció el monopolio rentístico y le señaló la obligación al Congreso de la República de legislar en un régimen propio para esta actividad económica. Fue así como, en 2001, se logró la aprobación de la Ley 643, que es el comienzo de la más profunda transformación del sector en el país. A partir de esta norma, se ha ejercido una actividad regulatoria muy importante de parte del Ministerio de Hacienda, del de Salud y del rector del sector que es la entidad estatal Coljuegos.
Vale decir que los gremios que agrupan los diferentes segmentos que operan JSA en el territorio hemos propugnado y solicitado tanto al ejecutivo como al legislativo dar garantías de estabilidad y seguridad jurídica. Lo anterior resulta fundamental para garantizar la inversión privada, que ha jugado un papel trascendente en el desarrollo formal de los juegos.
DISTINTAS MODALIDADES DE JUEGO EN COLOMBIA
En esta primera nota, he querido contextualizar a los/as lectores/as sobre la manera como la actividad se desarrolla en el país. Resulta clave, entonces, que también conozcan cuál es el funcionamiento y la división que hay entre la Nación y las entidades territoriales en materia de JSA. El monopolio rentístico tiene dos grandes segmentos: 1) los juegos nacionales, que se dividen en casinos, juegos novedosos y promocionales; y 2) los juegos territoriales, que incluyen loterías y apuestas permanentes (chance).
Con respecto a los casinos presenciales, están enmarcados todos los locales en los que hay actividades de máquinas y mesas de juegos. En los juegos novedosos, encontramos los juegos operados por Internet, los lotos y algunos otros juegos que se han presentado por iniciativa privada. En los juegos territoriales, de acuerdo con la división política de Colombia, un importante número de departamentos tiene sus propias loterías y, en la totalidad de ellos, se desarrolla una modalidad de juego conocida como ‘apuestas permanentes’ o chance, que resulta ser muy dinámica y una de las mayores aportantes al interior de la actividad de juegos.
Habiendo hecho este esbozo general del desarrollo de la actividad en nuestro país, me propongo en próximos artículos poder contarles de qué forma hemos evolucionado en nuestro relacionamiento con el sector financiero y el sector asegurador. También les explicaré todo lo concerniente al gran compromiso que tienen los JSA con las políticas LAFT y cómo nos hemos convertido en un caso de éxito dentro del sector real de la economía en nuestro país, siendo la más importante red transaccional multiservicios de Colombia, entre otros temas.
Sin duda, además, habrá que subrayar el esfuerzo regulatorio. Un capítulo aparte merece el compromiso permanente de nuestros empresarios por ajustarse a los más altos estándares que garanticen transparencia y responsabilidad en la operación de esta actividad. Serán valiosos e interesantes cuestiones a tratar durante el año en esta columna exclusiva.