Por Nahuel Díaz, periodista y colaborador de G&M News.
En estos momentos, se está discutiendo en la Cámara de Diputados de Chile el Proyecto de Ley que regula el funcionamiento de las plataformas de apuestas en línea. Actualmente, los sitios web están catalogados como ‘ilegales’ debido a que operan al margen de la legislación que rige a las apuestas presenciales, incluyendo las salas de juego, la lotería, la Polla de Beneficencia y la hípica. La ley debería eliminar las asimetrías vigentes y emparejar la cancha para que las plataformas de juego ilegales tributen y protejan a los usuarios como hoy lo hacen los casinos físicos.
El eje del proyecto es regular esta industria con foco en el juego responsable. La iniciativa presenta similitudes con la actual Ley 19.995 que regula a los casinos de juego en Chile, como una carga impositiva para las plataformas de apuestas en línea, similar a la de los casinos físicos, que pagan el 19% de IVA, más un impuesto específico que se acerca al 20%.
La industria está preocupada por los efectos que tiene la proliferación de estas plataformas de apuestas en línea ilegales, porque son una actividad que está fuera de norma, que no paga impuestos, no entrega seguridad a los usuarios y son un riesgo importante para los menores de edad que hoy acceden a estas plataformas, generando un grave problema a su desarrollo.
Sin dudas, es un proyecto complejo, con muchas indicaciones, por lo que es importante darse el tiempo y revisar acuciosamente lo que dice. Desde la Asociación Chilena de Casinos de Juego (ACCJ), hemos estado siguiendo de cerca el texto y aportaremos todo lo que sea necesario si así se requiere.
En ese sentido, hace un tiempo, la ACCJ realizó el primer estudio en Chile sobre la industria de los juegos de azar, con resultados interesantes, que indicaban que 6 de cada 10 jugadores (online o físicos) no saben que las plataformas de apuestas online son ilegales en este país. Asimismo, un 82% de los jugadores online considera muy relevante que estas plataformas sean reguladas, mientras que un 70% está muy de acuerdo con que paguen los mismos impuestos que los casinos físicos.
El principal desafío es ver cómo las plataformas de juego en línea se incorporan al mercado sin afectar la regulación y el desarrollo de otras actividades autorizadas, como la Polla, la lotería, los hipódromos o los casinos autorizados, muchos de los cuales acaban de renovar licencias con un marco regulatorio que fue fijado para los próximos 15 años. Nos preocupa que un cambio de reglas mal estructurado pueda afectar los derechos de operadores que hoy son grandes contribuyentes al desarrollo turístico y económico de las regiones del país. Por eso, debemos trabajar en conjunto por un marco regulatorio del online justo, necesario y equivalente al del juego físico, protegiendo a los apostadores, a los menores de edad y al ecosistema del juego en general.