Por Alejandro Caminos, periodista, guionista y colaborador de G&M News.
Con el fin de producir datos fiables y sostenidos en el tiempo de la industria de videojuegos en Argentina, el Observatorio viene analizando la evolución de esta actividad. El desarrollo de los videojuegos marca una clara tendencia creciente a nivel global, tanto en usuarios como en facturación, y ha tomado mayor protagonismo debido a la aceleración de la virtualidad por la crisis del COVID-19 durante 2020. El estudio de este año analiza la situación de 2019 a través de encuestas a 71 estudios de desarrollo locales del sector. Se consideró información sobre distribución, formalidad, antigüedad, recursos humanos, género, actividades, características de los videojuegos desarrollados, destinos y financiamiento, entre otros temas. Gaming & Media News repasa aquí algunos datos puntuales para describir este fenómeno.
LOS PRINCIPALES INDICADORES
Para comenzar, siguiendo el reporte, se puede decir que el tamaño del sector es de US$72,19 millones, con 1.958 profesionales en actividad (sólo 21% mujeres), y empresas que se concentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (36%), Mendoza (24%), Córdoba (16%) y Santa Fe (10%). De estos 71 estudios, el 60% se formó entre los años 2015 y 2020, y el 28% se formalizó entre 2010 y 2014, lo que habla de un segmento joven de la economía. Un dato curioso es que el 39% de los estudios encuestados no lanzó ningún videojuego a la fecha.
En cuanto a los productos sí publicados, las empresas reportan haber desarrollado y publicado 54 videojuegos durante 2019 (49 pequeños y 5 grandes), con 88 títulos en proceso de desarrollo (37 pequeños y 51 grandes). Asimismo, se observa que los videojuegos casuales/sociales ocupan casi la mitad de las respuestas obtenidas (45%), seguidos por los videojuegos educativos (34%), los de aventuras o aventuras gráficas (20%), y estrategia y shooters (ambos con 18%). Por supuesto, se podía responder en más de una categoría. El público objetivo al que apuntan los títulos creados en Argentina corresponde al rango etario entre 18 a 35 años, seguido por 13 a 18 y 35 a 60 años. También se preguntó a qué plataformas se encuentran dirigidos los videojuegos que se desarrollan. La gran mayoría se destina a PC/Mac (76%) o Mobile (66%), seguida de videojuegos para la web (31%) y consolas fijas (27%). Con respecto a los mercados de destino de venta de títulos propios, los estudios exportaron en 2019 en promedio un 77% de su producción. Se observa que un 43% de los juegos es vendido en Estados Unidos y Canadá, seguido por el mercado local (Argentina) con un 23% y, en tercer lugar, Europa, con un 20%. Los demás destinos, tales como el resto de Latinoamérica, Asia, Oceanía y África, componen el porcentaje restante en partes inferiores al 10%.
ALGUNOS OBSTÁCULOS
Entre las problemáticas con las que tiene que lidiar el sector en Argentina, están el acceso al financiamiento, la dificultad con los cobros y pagos al exterior, la presión impositiva en relación con los sueldos y la inestabilidad económica. Hay una fuerte lejanía con el sistema bancario, pues, en 2019, el 93% de los estudios no tomó deuda con ningún banco. También cuesta conseguir personal capacitado; especialmente, talentos relacionados con los perfiles de desarrollo, comercialización, arte, diseño y producción. El Observatorio de la Industria Argentina de Videojuegos se fundó en 2017 en conjunto con la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf), en Santa Fe, y la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos (ADVA). En este sentido, la UNRaf es, hasta el momento, la única casa de estudios de todo el país que cuenta con una Licenciatura en Producción de Videojuegos y Entretenimiento Digital. La temporada 2020 está por concluir con cifras alentadoras para el segmento. Habrá que ver qué le deparará el año 2021 a la Argentina en cuanto a la recuperación económica y el fortalecimiento de una atractiva y dinámica industria que produce juegos para el disfrute de millones de fanáticos.