
Por Alejandro Caminos, periodista, guionista y colaborador de G&M News.
Fue un encuentro para el infarto, que tuvo todos los condimentos. Al final, el título quedó en manos de Ebro Gaming, que venció por 3 a 2 a Leviatán y se llevó la gloria en el Torneo Apertura de la Liga Master Flow, organizada por la Liga de Videojuegos Profesional (LVP) de Argentina. Así, además de obtener $500 mil en premios, el team consiguió veinte puntos que le servirán para luchar por el ascenso a la Liga Latinoamericana de League of Legends (LLA).
Desde las primeras horas del pasado viernes 22 de abril, se palpitaba esta final. La LVP llevó a cabo un evento en el Dot Baires Shopping de la Ciudad de Buenos Aires (Argentina), donde se congregaron periodistas y fanáticos de ambos equipos. La sala de cine dispuesta para disfrutar del juego se llenó a los pocos minutos de comenzar la transmisión. Por un lado, estaban los hinchas de los Dragones Azules, y, por el otro, los de los Leones Rojos.
En la previa, Shadow, support de Leviatán, decía: “Desde el comienzo, había mucha expectativa por este equipo”. En tanto que Ocean, jungla de Ebro, admitía que, al ingresar a su team, él tenía un estilo marcado, pero luego aprendió a preocuparse más por el equipo que por él mismo. Todo estaba dispuesto para una batalla épica.
EL CAMINO AL ÉXITO
En la temporada regular, Leviatán se había clasificado en el cuarto lugar con un total de trece victorias y nueve derrotas. En los playoffs, pudo demostró por qué se decía que eran uno de los conjuntos favoritos, al derrotar por 3 a 0 a Undead BK en cuartos, y a Boca Juniors Gaming (1º en la fase inicial) en semifinales.
Distinto había sido el recorrido de Ebro Gaming, que pasó a eliminatorias gracias al tercer puesto obtenido en su grupo. A diferencia de su contraparte, el León no tuvo la contundencia para decretar sus partidas. Llegó a la final tras ganarle a River Plate Gaming por 3 a 1, y a Pampas por 3 a 2. Sin embargo, sí se había dado el gusto de derrotar al Dragón en la fase regular, en las jornadas 7 y 18.
UNA FINAL ESPECTACULAR
Con esos antecedentes, claramente, Leviatán iba por la revancha y el trofeo de campeones. El encuentro comenzó con este equipo marcando el ritmo del juego de la mano de Sunblast, que, con la elección en Jayce, fue relevante en las peleas de equipos y llevó a los rojos a romper el nexo contrario y quedarse con el primer punto. En el segundo, Ebro cambió la selección y se basó en la obtención de objetivos y en el trabajo en equipo, lo que les permitió igualar el resultado parcial. Para el tercer juego, el León repitió la fórmula y actuó de manera más cautelosa, obligando a Leviatán a moverse y a jugar a sus tiempos. Para el cuarto encuentro, el Dragón forzó el último punto gracias al Aphelios de Nothing y a Sunblast con Gwen, las figuras.
Leviatán se sobreponía y otra vez sacaba su chapa de candidato, mientras que, en Ebro, reflotaban las dudas. Incluso, ya en el quinto y último punto, el Dragón había logrado una buena diferencia en oros y en asesinatos, y se encaminaba hacia un nuevo título. Sin embargo, dicen que no está muerto quien pelea. En un esfuerzo supremo, la escuadra de Juan Sebastián Verón resurgió de la mano del mid laner Nobody, que se lució en las peleas por equipos y encaminó a sus compañeros a la ruptura final del nexo rival. Los fanáticos de los Leones Rojos estallaron en gritos y festejos que trascendieron las instalaciones del Dot Baires Shopping y se expandieron por toda la Argentina. Ebro Gaming rugió campeón desde la Grieta del Invocador y demostró que todavía tiene mucho más para dar.