Ayer fue un día importante para el juego en los Estados Unidos. Por la mañana, Bill Miller, presidente y CEO de la American Gaming Association (AGA), hizo un repaso de la situación del sector en 2020 a través de una video-conferencia, y enfatizó en la necesidad de abogar por la causa de la industria a nivel político. Además, en lugar de referirse a la expansión de los contagios y los duros efectos del COVID-19 sobre la economía en general (y sobre las industrias del juego y el turismo en particular), eligió enfatizar en otra expansión: la de la legalización del iGaming y las apuestas deportivas en distintos Estados del país. Para Miller, ese segmento puede ser un bastión para la lenta pero firme recuperación del sector. Ese enfoque razonablemente optimista de Miller contrastó a la tarde-noche con el anuncio de la Junta de Control del Juego de Nevada sobre los ingresos de dicho Estado, que mostraron en 2020 los peores indicadores desde 1997.
LA MIRADA DE AGA
Tanto en el balance de media hora que ofreció Miller, como en la posterior conferencia de prensa a la que asistió G&M News, el tono fue positivo. El directivo resaltó los beneficios que la industria ha venido generando para la economía del país, así como la creciente aceptación del juego entre el público norteamericano. También subrayó el rol del sector en la ayuda a las comunidades durante la pandemia, ofreciendo las instalaciones de los casinos como hospitales y centros de vacunación y colaborando en la distribución de vacunas en toda la geografía estadounidense. A eso se sumó la reapertura responsable de los casinos, cumpliendo con todos los protocolos. Sobre la agenda de AGA para acelerar la recuperación del gaming, indicó cuatro áreas: 1) conseguir un respiro económico, exenciones y políticas fiscales para el juego de parte de las autoridades (tiene que ver con recibir algún monto del total de US$1.900 billones del paquete de alivio frente al COVID-19 que se está debatiendo en Washington); 2) fortalecer los vínculos del sector con el Congreso y con referentes de la nueva administración encabezada por Joe Biden; 3) luchar contra el juego ilegal y promover reformas específicas para mejorar la competitividad de la industria; y 4) usar la I+D y desarrollar esfuerzos de comunicación estratégica para garantizar que se escuche a la industria del juego. “Hay una gran demanda por jugar. La gente está desesperada por salir y divertirse nuevamente. Llegamos a 2021 con una base sólida, un enfoque claro, niveles récord de apoyo entre los estadounidenses y clientes leales que desean volver a vivir la emoción que sólo el gaming puede brindar“, expresó Miller con espíritu esperanzador. En la posterior conferencia con medios especializados, respondió preguntas que giraron en torno al avance de la legalización de las apuestas deportivas en diferentes territorios del país.
EL RÉCORD NEGATIVO DE NEVADA
Claro que, horas después, el aire optimista se enturbió por la realidad de un año 2020 que será mejor borrar pronto de los registros y la memoria. La Junta de Control del Juego de Nevada compartió los números del sector en la temporada pasada para ese Estado. Por primera vez desde 2008, todas las localidades de Nevada (en el mercado del gaming más grande del país) informaron disminuciones de ingresos a nivel interanual, lideradas por la caída del 43,3% en la Franja de Las Vegas. Sin dudas, el cierre estatal de 78 días, con los casinos presenciales sin funcionamiento entre el 18 de marzo y el 4 de junio a fin de evitar la propagación del Coronavirus, eclipsó los ingresos de los segmentos de turismo y gaming en todo el año. Los ingresos totales del juego en Nevada en 2020 fueron US$7.870 millones, un descenso del 34,6% con respecto a 2019. La última vez que la industria de los casinos había percibido ingresos estatales tan bajos en Nevada fue en 1997, con unos US$7.800 millones.
Los ingresos del gaming en la Franja de Las Vegas fueron de US$3.730 millones en 2020, el total más reducido desde 1996. En Downtown Las Vegas, hubo una disminución del 32,2% a US$464,2 millones. En conjunto, los ingresos del juego del condado de Clark durante el año fueron de $ 6.5 mil millones, una disminución del 36.8%. Los casinos del condado de Washoe, que incluye a Reno, vieron deslizarse los ingresos del juego un 21,1% a US$676 millones en 2020, la cifra más bajo del mercado del norte de Nevada desde 1986. Incluso dos veces, en abril y mayo de 2020, los casinos de Nevada registraron una disminución del 99% en los ingresos por el juego, siendo las apuestas deportivas móviles el único proveedor de ingresos en el Estado.
También se comunicaron los valores de diciembre de 2020, con ingresos de juego del Estado que se desplomaron 35,3% a US$683,7 millones y más del 50,6% en la Franja a US$292 millones, en comparación con el mismo mes de 2019. Para los analistas, diciembre de 2020 fue el peor mes completo de ingresos del juego en Nevada desde agosto de 1997 y el peor mes completo para la Franja de Las Vegas desde diciembre de 1993. Al día de hoy, los casinos funcionan con su capacidad reducida al 25%, mientras que resorts, centros de entretenimiento, salas de encuentros y espacios de convenciones siguen cerrados. Lógicamente, el virus dañó masivamente a este segmento y al turismo: poco más de 19 millones de personas visitaron Las Vegas en 2020, un declive del 55,2% frente a los 42,5 millones de visitantes de 2019. La última vez que Las Vegas había recibido una cantidad similar (y tan escasa) de turistas había sido en 1990, con 20,9 millones.
LAS APUESTAS DEPORTIVAS, TAMBIÉN AFECTADAS
Por primera vez en más de una década, las casas de apuestas de Nevada tuvieron una disminución en las apuestas generales. Durante 2020, las casas de apuestas recibieron apuestas totales por US$4.340 millones, una reducción del 18,4% con respecto a 2019. Los ingresos por apuestas deportivas fueron de US$262,8 millones (-20,2% vs 2019). La pandemia provocó la cancelación del torneo de baloncesto de la NCAA ‘March Madness’, uno de los eventos de apuestas más importantes para los sportsbooks de Nevada, así como el aplazamiento de la Major League Baseball, la NBA y la NHL hasta finales de año. Sin embargo, la reanudación de las grandes ligas deportivas incluyó una reducción en la cantidad de partidos. Asimismo, se recortaron partidos de la temporada del fútbol americano universitario durante el otoño (boreal).
Frente a esta situación, las casas aceptaron tomar apuestas deportivas online a través de móviles, incluyendo competencias inusuales durante el cierre de 78 días del Estado de Nevada, como el fútbol de Europa del Este y el tenis de mesa. Para todo 2020, las apuestas deportivas realizadas a través de aplicaciones móviles significaron ingresos de US$117,6 millones sobre un total de US$2.610 millones apostados. En el año, las apuestas deportivas móviles representaron el 57,1% del total de apuestas deportivas en Nevada.