Por Alejandro Caminos, periodista, guionista y colaborador de G&M News.
¿Qué recuerdas de tus comienzos en el poker? ¿Cuál fue tu primer campeonato?
A los 13 años, empecé a jugar con mi papá, como a cualquier otro juego. Después, seguí en casa con mis amigos. Ya había empezado a apostar. En 2005, participé en mi primer torneo, en lo que era el comienzo del poker en Brasil. Específicamente, se trató del Circuito ABC en São Bernardo, São Paulo, con 88 jugadores.
Antes del poker, fuiste jugador de ajedrez. ¿Por qué decidiste cambiar?
Fui jugador profesional de ajedrez y competí en torneos nacionales. Desafortunadamente, el ajedrez no está tan bien reconocido como debería. Por lo tanto, no cuenta con tanta inversión, lo que dificulta las posibilidades de ser un profesional y vivir de ello. En cambio, el poker tiene un rango mucho más amplio. De hecho, somos varios los jugadores brasileños que pasamos del ajedrez al poker. Tenemos una ventaja: estamos acostumbrados a detenernos a pensar antes de actuar y nos une el hábito del estudio.
Dadas estas características, imagino que eres un jugador muy táctico. ¿Cómo te preparas antes de cada torneo?
La preparación es diaria y no sólo exclusiva antes de los eventos. Al igual que en el ajedrez, en el poker, es necesario estar siempre al día en relación con las nuevas estrategias y tendencias.
¿Cómo fue la experiencia de ganar el Circuito WSOP en 2018 y conseguir el ansiado anillo?
Creo que todos los títulos son importantes, pero algunos son especiales. Ese campeonato, con el sello de la WSOP, se ha vuelto muy significativo para mí. Incluso, lo gané en una modalidad diferente al Texas Hold’em, lo que aumenta aún más su relevancia.
Eres uno de los jugadores más reconocidos de Brasil. ¿Te sientes una figura en tu país?
Hacer una lista y definir a los mejores jugadores es muy difícil, ya que hay muchos criterios que se podrían seguir. Por eso, más allá del nivel técnico y los títulos, ser un referente puede fluctuar mucho. Creo que soy un representante del poker brasileño y eso ya es algo muy gratificante.
¿Cuáles son tus motivaciones personales en tu participación en juegos de azar?
Las motivaciones también cambian mucho. Lo principal es ser feliz; despertarte y estar satisfecho de poder trabajar de lo que amas. Por supuesto que el dinero es importante, porque si es tu trabajo, te permite ganarte la vida para ti y tu familia. Yo no tengo grandes ganancias. Siempre busco el equilibrio.
¿Qué te ha permitido y te ha ofrecido el poker a lo largo de tu carrera?
Me dio mayor libertad en mis elecciones. Manejo mi carrera de la mejor manera que creo posible. No tengo presiones externas de jefes ni horarios fijos. Si bien trabajo mucho más tiempo así que de la manera tradicional, lo hago por placer y a mi ritmo.
¿Cómo surgió tu alianza con Pay4Fun? ¿Qué beneficios puede aportar este vínculo al juego?
He trabajado con Leo Baptista (CEO de Pay4Fun) en otros proyectos y empresas, así que ya teníamos esa confianza mutua. Como método electrónico de pago, Pay llegó con una solución para un viejo problema de los jugadores. La compañía me eligió para presentar este producto al público en general y, principalmente, a la gran comunidad de jugadores profesionales de poker. Estoy contento con el vínculo.
¿Cuál es el lugar que ocupa Brasil hoy en el poker latinoamericano?
Brasil es una gran potencia mundial. Ya estamos entre los mejores jugadores del mundo y, por eso, tenemos este rol de liderazgo en América Latina, ya sea por la cantidad de jugadores o por su calidad.
¿Qué hábitos de tu vida se modificaron por la pandemia?
La falta de viajes cambió mucho mi rutina. Éste iba a ser mi decimotercer año consecutivo yendo a la WSOP en Las Vegas y la pandemia me quitó eso, además de todos los torneos presenciales. La realidad es que un viaje no implica sólo disputar un torneo, sino también reunirme con amigos, hacer contactos. Se echan mucho de menos esos momentos compartidos con la comunidad del poker.
Tú ya jugabas al poker en línea antes del Coronavirus. ¿Cuáles son las diferencias entre online y presencial?
Sí, desde un principio, he jugado a ambas modalidades. Prefiero el poker en vivo porque te genera más emociones y situaciones que puedes explorar. Sin embargo, ser un profesional a largo plazo implica también conocer y probar el online. Jugar iPoker me permite tener más torneos.
Desde ese primer campeonato en el que participaste en 2005 hasta hoy, ¿cuánto has cambiado? ¿Qué le dirías al Rodrigo Garrido del pasado?
Tendría mucho que decirle, pero jamás lo haría porque creo que eso cambiaría quien soy hoy, y estoy muy feliz de esta manera.
Entonces, ¿qué consejos les darías a jugadores principiantes?
Les diría que no dejen pasar las oportunidades pensando que siempre pueden aparecer otras. También, que nunca bajen la guardia, que aprovechen el tiempo, porque pasa muy rápido. Si empiezan a jugar porque creen que es un trabajo fácil, están muy equivocados. Para tener éxito en el poker, tendrán que trabajar muy duro. Hay que tomar esta carrera en serio y no conformarse con los buenos tiempos, porque las tormentas vendrán y deberán estar preparados para enfrentarlas.
¿Qué proyectos tienes por delante?
Este 2020 fue un año de mantenimiento, de mucho reciclaje y estudio. Tengo ganas de seguir participando en los circuitos más importantes del mundo, ganando títulos y manteniéndome activo entre los principales jugadores del país.