Graduada en Administración de Empresas en la Universidad de Lima (Perú), Karina Moral Vizcarra no le teme a los desafíos. Hace 9 años, ingresó a la industria del juego y no dudó en recorrer un camino de aprendizaje por las distintas áreas de este sector: ventas, marketing, finanzas, relaciones con los clientes y demás. Pasó por importantes proveedores como Gtech e IGT Perú hasta que, en junio de 2021, llegó a iTech Labs, laboratorio australiano especialista en testeo, certificación, aseguramiento de la calidad y auditorías para el gaming. Actualmente, Karina es Gerente de Desarrollo de Negocios para América del Norte, Central, del Sur y el Caribe, ayudando a la empresa a expandirse a mercados como Argentina, Colombia, Panamá, Antigua y Barbuda y Brasil.
“Lo que más me atrae de la industria es que nunca terminas de aprender. En el entrenamiento, no se llega a saber tanto como en la práctica diaria. Siempre estás descubriendo algo nuevo. Me gustan el networking, la negociación, el cierre y el hecho de que mis clientes/as me busquen para otra venta. Disfruto mucho de todo el proceso y estoy abierta a nuevos conocimientos”, explica este reconocida ejecutiva.
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
Ella también comparte su mirada sobre la equidad de género y la igualdad en el acceso a puestos gerenciales de trabajo. Dice que hoy hay igualdad de oportunidades y que eso se nota en el mayor número de mujeres que han podido acceder a diferentes cargos en las empresas de la industria, demostrando que tienen todas las condiciones y capacidades para hacerlo.
“Es impresionante cómo las mujeres hemos crecido en el juego. La mujer juega un rol muy importante en nuestro sector. Con respecto a los sueldos, tienen más que ver con el puesto, independientemente del género. A las chicas que entran a trabajar al sector les digo que nunca se sientan inseguras por no saber algo. Muchas veces, una comienza desde cero y va aprendiendo en el camino. Ése es el mejor aprendizaje porque nunca se olvida. También es fundamental conocer las necesidades específicas de cada cliente y saber generar confianza”, aconseja.
MULTICULTURAL Y SOCIABLE
A la hora de resaltar sus virtudes, se considera una persona multicultural, quien, tras vivir en distintos países, pudo aprender las características de cada mercado. En ese sentido, Karina sostiene: “Conozco bien la cultura de cada país donde operamos. Por ende, sé que ofrecer a los clientes. Creo que ése es el punto clave para cerrar un negocio. Además, me encanta hacer networking y, al ser muy sociable, hago amistades con los clientes. Nunca ofrezco algo que no podre darles y esta sinceridad genera mucha confianza. Les gusta mi manera de trabajar”.
Asimismo, describe: “Soy muy segura y este rasgo lo he incrementado con el correr de los años. Esto aplica tanto en mi vida personal como en el ámbito laboral. Mi familia dice que soy muy divertida y, a la vez, muy sincera”.
ESTAR CERCA DE LOS SERES QUERIDOS
Con una intensa agenda de trabajo, Moral Vizcarra dedica los fines de semana a sus familiares y amigos. Ella reconoce que el trabajo remoto también la ayuda mucho a no desconectarse de los suyos. Organizada y disciplinada en la oficina, fuera de ese espacio, disfruta de salir a comer, ir al cine, leer un libro, escuchar música y viajar.
Sobre su enfoque hacia los próximos dos años, comenta: “En cuanto a lo profesional, anhelo seguir creciendo dentro de esta industria tan dinámica, actualizándome (estudiando) siempre en mis habilidades interpersonales, en lo tecnológico y lo técnico. A nivel personal, quiero seguir cuidándome como mujer y protegiendo a mis seres queridos, manteniendo los fuertes lazos que nos unen”.
En una línea
Un libro: “The Secret” (Rhonda Byrne, 2006)
Una película: “En Busca de la Felicidad” (Gabriele Muccino, 2006)
Música preferida: todas, dependiendo del modo
Un perfume: Carolina Herrera
Un lugar para vivir: Estados Unidos
Un lugar para ir de vacaciones: Europa
Un lugar para comer: Perú
Una comida: peruana
Una bebida: agua
Un deporte: correr
Un/a maestro/a, guía o referente: mis hijos son mis mejores inspiradores y maestros