Durante la pandemia, han aparecido productos novedosos para hacer frente al COVID-19 como así también al resto de los virus y bacterias que comúnmente conviven con nosotros en la sociedad y, sobre todo, en los ambientes cerrados. Al respecto, se desarrolló una variedad de soluciones para la industria del juego. Puedo mencionar las pantallas táctiles para cubrir superficies de tragamonedas que eliminan los virus y bacterias; un protector líquido que puede ser esparcido sobre todo tipo de superficies creando una película que actúa por un año; instrumentos sanitizadores de fichas con luz UV; sillas con tela tratada especialmente contra el Coronavirus; barbijos con tratamiento de nanotecnología que elimina el Coronavirus que existe en el ambiente, tanto al ser inhalado como exhalado; acrílicos separadores entre posiciones de mesas y de máquinas tragamonedas; y sistemas de purificación de aire en los aires acondicionados centrales, entre otras. En el caso de las salas de juego de América Central, se incorporaron estos productos si hubo un decreto que los tornó obligatorios para habilitar la reapertura. Si esto no fue así, sólo algunos casinos decidieron incluir tecnología de protección, prevención y purificación de los ambientes de juego.
ALTIBAJOS DE LA INDUSTRIA DEL JUEGO EN PANAMÁ
En Panamá, si bien el regreso del gaming presencial ha sido lento, las autoridades establecieron un protocolo de bioseguridad muy completo, tanto para los casinos como para todas las industrias en general. Esto, por supuesto, generó una mayor sensación de seguridad entre la gente. Lógicamente, los ingresos que están percibiendo los casinos son inferiores a los de la época previa a la pandemia debido a la imposibilidad de ofrecer actividades de entretenimiento complementarias al juego: gastronomía y barra de tragos, pistas de baile y espectáculos para los visitantes. Todo esto ha quedado en el grato recuerdo, y los clientes esperar poder volver a disfrutar de esas opciones lo más pronto posible.
Más allá del COVID-19, un aumento impositivo para el sector, decretado por el Gobierno en 2015, fue el origen de una fuerte caída de la actividad. Recién a mediados de 2019, el mercado del gaming panameño había comenzado a repuntar en el volumen de juego, tanto en las salas de slots como en los casinos con mesas de juego. Actualmente, en Panamá, hay optimismo a futuro sobre la recuperación de la industria. Las estrictas normas de bioseguridad y el cuidado de la gente en sus vínculos están dando resultados positivos, lo que ha permitido mantener el nivel de contagios de COVID-19 en cifras inferiores a los 1000 casos por día, con menos de 10 fallecidos diarios.
LA SITUACIÓN EN SUDAMÉRICA Y EL POTENCIAL DEL ONLINE
El regreso de los jugadores a la salas en Centroamérica ha sido más rápido y ordenado que en Sudamérica, donde algunos países todavía se encuentran con casinos cerrados. En términos de mercados, considero que habrá crecimiento en aquellos que tengan un excelente manejo de los protocolos de bioseguridad, con un bajo nivel de transmisión del virus y espacios de entretenimiento abiertos en forma constante. Es probable que países con población reducida y que cumplan con los protocolos mencionados muestren avances en el desarrollo de la industria del juego frente a otros territorios que no logren estabilidad.
Frente a la dificultad de captar clientes por la ausencia de actividades de non gaming que solían potenciar el número de visitantes a una sala presencial (shows en vivo, bailes, sorteos, eventos), los casinos tendrán que volcar sus estrategias de marketing a la vertical online, incluso dentro de las salas. De hecho, desde mi óptica, la pandemia potenciará el juego online vía dispositivos móviles dentro y fuera de los casinos. El escenario actual demuestra que la gente quiere volver a disfrutar de estar reunida en espacios donde pueda sentir el bullicio, las risas de mesas cercanas, la adrenalina flotando en el aire. A la vez, por el momento, el público desea reducir el contacto con croupiers, empleados y otros visitantes al mínimo posible, para evitar el contagio del virus.
Así, estimo que, en el corto plazo, se incrementará la sinergia entre el online y el presencial, en la medida en que las condiciones puedan permitir la coexistencia de un mayor número de individuos en un mismo sitio. Con la llegada de la tan ansiada vacuna contra el COVID-19, el mercado se expandirá, estableciendo una continuidad entre los hogares y las salas presenciales a través del uso de los dispositivos móviles de los jugadores (celulares, tabletas) para hacer sus apuestas. A futuro, la clave para los operadores será poder aprovechar esta coyuntura para explotar el canal online y combinarlo con el presencial, logrando una oferta de contenido más amplia y fluida, e incrementando el número de asistentes a las salas.