
Por Alejandro Caminos, periodista, guionista y colaborador de G&M News.
¿Cuándo y cómo empezó tu relación con los videojuegos y con los Esports?
Fue hace un montón de tiempo. Cuando tenía 14 años y estaba en segundo año de la secundaria, comencé a jugar al Counter-Strike con amigos en un servidor público. Ésa fue la primera transición al juego online y en tiempo real. Fui jugando y le fui dando más importancia hasta querer ser el mejor. Esos momentos me ayudaban a distraerme de la vida normal; metía mi cabeza ahí y lo disfrutaba mucho. También competí en torneos presenciales. En ese entonces, lo hacía para pasarla bien con amigos y por el honor de representar a un equipo. Ahí conocí a un montón de futuros jugadores profesionales, como Jonathan “JonY BoY” Muñoz. En cuanto a los Esports, yo soy periodista deportivo y estaba trabajando en una agencia que contaba con varias radios, entre ellas, Radio Rivadavia. En ese entonces, me desempeñaba dentro del programa de Martín Liberman y se me acerca una persona para preguntarme si entendía de Esports, si los consumía y si seguía la escena competitiva argentina. Así fue que conocí a Diego, uno de mis jefes, y a quien le agradezco mucho por la oportunidad que me dio. Empecé como Jefe de Comunicación y me fui involucrando cada vez más. Así, en forma natural, alcancé el puesto de Gerente General. Si bien tengo muchas más responsabilidades, sigo disfrutando a pleno lo que hago.
Fueron los últimos campeones de la LVP Argentina, después de derrotar a Leviatán en una final histórica. ¿De qué manera se gestó ese título?
El proceso comenzó en noviembre del año pasado. Veníamos de tener un pésimo rendimiento (terminamos onceavos) y eso nos sirvió como experiencia. En primer lugar, decidimos armar un buen grupo, que no tuviera problemas a nivel humano. Pudimos resolverlo rápidamente y organizamos un conjunto muy bueno desde lo deportivo y lo humano. Luego, se dio una LVP rara, con muchas figuras, con Coscu jugando, un Boca Juniors Gaming al que nadie le dio importancia y terminó ganándoles a casi todos y un Leviatán que se esperaba que venciese a todos y, de repente, tuvo algunas derrotas en el camino. En todo ese barullo, nosotros fuimos partido a partido, sabiendo que no éramos menos que nadie. Cuando derrotamos a Boca en la fecha 14, tuvimos la sensación de que íbamos a ser otro equipo. A partir de ahí, ganamos todos los partidos. Incluso en la semifinal contra Pampas, que era como una final anticipada, vimos que podíamos ir por todo. ¿Quién nos frena ahora? ¿Si le ganamos una serie a cinco mapas a Pampas, por qué no a Leviatán?
En la previa, posiblemente no eran los favoritos. Para colmo, tuvieron el problema técnico con la conexión a Internet, que fue resuelto gracias a que 9z Team les prestó su gaming house para disputar la final. Con estas adversidades que debieron atravesar, ¿cómo se trabaja el aspecto mental?
Fue todo muy rápido; se dio en una semana. Tuvimos muchas horas sin entrenar, sin screamear como corresponde, pero los pibes estaban muy tranquilos. Ellos siguieron trabajando y buscando soluciones. El jueves, cuando confirmamos que 9z nos prestaba la casa y que íbamos a competir en condiciones, hablamos de que ya habíamos tenido más desafíos que Leviatán en todo sentido. Lo sabíamos internamente. Por eso, pudimos levantar un 1-0 en contra y llevar series a cinco mapas. El cambio de casa fue un boost. Pasamos de pasar de jugar con 45 de ping como bajo y con lags de 200 o 300, a llegar a la gaming house de 9z y que nos trataran muy bien con todas las comodidades. Ahí los pibes subieron un montón. Eran las 2 de la tarde y ya estaban a full. Entonces, tuve la misma sensación que contra Boca Juniors Gaming: sabía que los chicos estaban muy bien de la cabeza como para ganar un torneo de la LVP.
¿Cuáles dirías que son las virtudes de este equipo?
Responder bien en momentos difíciles y tener perseverancia son las características de EBRO en general, no sólo de este equipo. También, poder estar partidas atrás del rival y continuar adelante, aún con todo en contra. Entras al Discord de ellos y están completamente tranquilos, con la cabeza fría. Ahí te das cuenta de lo profesionales que son. Por supuesto, no nos sobró nada. Es meritorio lo que hicimos por las diferencias de presupuesto y de nombres, de tener a toda la gente de Twitter y casters viendo cuántos mapas rascábamos. Casi que era cábala entre nosotros que perdiéramos la votación en Twitch e Instagram. Eso nos fortaleció internamente. Somos justos campeones porque no esquivamos a ningún rival, no tuvimos ninguna facilidad de bracket, pasamos por todos los cucos y las dos series a cinco mapas. Desde ese lado, los chicos lo tienen bien merecido.
Yendo a una óptica general del sector, ¿cuál es, desde tu opinión, la realidad de los Esports en América Latina? ¿Qué virtudes tenemos y qué aspectos nos falta resolver?
Nos falta infraestructura, inversión e inclusive mayor atención de parte de los publishers a la hora de dar slots para LatAm. Tampoco se proponen calendarios competitivos. A eso hay que añadir, en Argentina, las complicaciones que muchas veces surgen para acceder a una computadora, para que te funcione bien Internet o para que no se te corte la luz. Son elementos que nos han posibilitado estructurar una personalidad desafiante, que sabe enfrentar momentos difíciles y que no está acostumbrada a las comodidades. Entonces, ése es el potencial de LarAm, un continente que siempre, para todos los deportes, produjo excelente materia prima. Nuestros chicos/as son más competitivos/as porque vienen de esto, de pelearla, de remar, de jugar a 60 fps con un monitor que se te traba por lo difícil que es conseguir los insumos. Hay muchísimo talento, y nos falta darles el plus para que todos puedan tener la mejor infraestructura. Además, hay una ruptura grande con los juegos mobile.
¿Cómo describirías tu rol como líder?
Es un trabajo 24/7, porque los chicos tienen necesidades todo el tiempo; surgen problemas y asuntos a resolver, además de las competencias. No existe una semana laboral regular, porque la tarea es continua y demanda mucho de nosotros. Igual, para mí, es como el sueño del pibe. Vengo del ámbito del deporte tradicional y siempre me gustó la idea de tener un club. Me encanta poder tener a los chicos contentos por firmar un contrato con una cláusula, verlos desarrollarse. Hay una gran responsabilidad, con temas de presupuestos, la gestión de los jugadores, los recursos humanos y un montón de cosas más. Me gusta estar todo el tiempo mirando la escena, viendo qué hacen los rivales, observando cómo trabajan las otras marcas, quién se posiciona con quién, dónde hay una inversión, una oportunidad, o cómo podemos crecer para poder obtener mejores beneficios deportivos.
En el manejo del grupo, ¿de qué forma controlas los egos individuales?
Hay que ver de qué tipo de ego hablamos. Cuando hay un jugador abusivo y tóxico o que no sirve para construir, el primero que te lo va a dar a entender es el técnico. Creo que no hay una escuela que te enseñe cómo manejar un grupo. Me parece que viene con la experiencia de vida o con cómo uno ve las cosas. Desde mi visión, creo que todo se soluciona trabajando. Cuando hay un ego muy exagerado, hay que cortar por lo sano. Pensemos también que existe el ego positivo, que te da autoconfianza y te hace sentir que puedes ganar. Si no tienes esa confianza, es difícil que alcances el éxito. Si nos hubiéramos dejado llevar por los nombres o los presupuestos, nos tendríamos que haber quedado afuera en las semifinales. El ego positivo es decir: “Si este pibe pasa, yo me lo como”. Ese ego lindo es el necesario para competir y triunfar.
¿Qué les espera en lo que resta de 2022?
La verdad es que todo se dio rápidamente. Por cuestiones de calendario y torneos, en Wild Rift y Valorant, no volveremos a competir hasta noviembre. Por ende, hoy, nuestra vertical activa es LoL. También estamos en condiciones de asumir el desafío y dar el gran paso de participar en la LLA. Nuestro objetivo es mantener el roster y el staff para competir con todo. Por otro lado, estrenaremos nuestra gaming house en el próximo torneo. Si mantenemos la base, sabemos que les sacaremos una diferencia de tiempo a aquellos equipos que se están formando desde cero. Con la confianza que nos da haber ser campeones, entendemos que tendremos por delante dos meses de competencia que nos pueden depositar en la liga más importante de la región. No podemos quedarnos en los laureles. Hay que redoblar esfuerzos, apretar los dientes y saber que ahora la gente sí nos va a tener más respeto a nivel juego. Que nadie dude de que nos vamos a matar para llegar a esa relegación a partir de ofrecer nuestro máximo esfuerzo.