Por Nahuel Díaz, periodista y colaborador de G&M News.
¿Qué significa para la Cámara y para sus 2.200 socios haber llegado a los 30 años de vida, con proyectos y desafíos?
Desde su creación en 1992, seguimos conservando el espíritu, visión y misión: promover e impulsar el crecimiento de la actividad, con el objeto de centralizar, estudiar y abordar las problemáticas que se suscitan, poder concentrar la voz de los socios y representarlos ante los distintos Organismos Sindicales, Provinciales y Nacionales. Durante estas tres décadas, se han vivido distintos desafíos: hemos tenido que hacer marchas frente a Lotería de la Provincia de Buenos Aires, a la Casa de Gobierno e incluso ante el Congreso de la Nación, durante el período del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio por la pandemia. Hemos estado 125 días cerrados, lo que nos llevó a elevar nuestra voz a todos los medios de comunicación, y mantener reuniones con la Gobernación y con distintas intendencias. Muchos proyectos se han concretado y otros tantos están en buen camino, siempre con el fin de llevar lo mejor a los Agencieros de la Provincia de Buenos Aires y mantener en valor nuestros comercios. En paralelo, con el transcurso del tiempo, nuestra institución logró posicionarse como una Cámara de renombre, reconocida por importantes organismos del sector. Establecimos vínculos con FACALQA, así como con ALEA y con el Sindicato de ALEARA.
¿Qué conclusiones sacaron de la última Asamblea de socios? ¿Se trazaron algunas iniciativas para llevar adelante durante el transcurso de este año?
La asistencia del socio a las Asambleas es muy importante, porque demuestra compromiso e interés por su institución. En las últimas dos, hubo un escrutinio para la elección de autoridades y vimos una buena participación de los socios, que dedican un rato de su tiempo a acercarse a la Ciudad de La Plata y emitir su voto, volcando su confianza en nosotros, los dirigentes. Año a año, se plantean nuevas metas, y se definen estrategias que vienen manteniéndose en el tiempo. Hoy, estamos enfocados en el tema del juego online (apuestas deportivas y de casino), que, desde diciembre de 2019, se aprobó e hizo oficial en la Provincia de Buenos Aires. Es un segmento de mercado nuevo para nosotros y seguimos buscando la forma de ser parte como vendedores de juego oficiales.
En diciembre pasado, presentaron un proyecto para que CAOLAB fuera calificada como una PyME (pequeña o mediana empresa). ¿Cuáles son los motivos de esta demanda y qué beneficios traería ese rango para su entidad?
Esto surgió como respuesta a las resoluciones y reglamentaciones que perjudicaron a los agencieros de lotería a nivel nacional, lo que impidió a nuestros comercios acceder a algunos beneficios. Ser categorizados como PyMES nos ayudaría a tomar el ciento por ciento de las retenciones del impuesto al débito y crédito bancario como pago a cuenta del impuesto a las ganancias, así como nos facilitaría acceder a planes de pagos extendidos de AFIP, entre otros beneficios. Esto es lo que nos impulsó a solicitar que seamos reconocidos como PyMES. Hablamos con la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa para que supieran interpretar las inquietudes de la familia agenciera de lotería e instruyeran a la SEyPYME. La idea es que cambien el Cuadro B del Anexo III de la Resolución 340/17 y sus modificatorias, donde se especifica el Código completo (no sólo raíz R 920; a nuestro entender, de querer excluir el beneficio al juego, debería decir R 920009), lo que nos posibilitaría ser encuadrados como una PYME.
¿Qué rol debería ocupar el segmento lotérico en el nuevo mercado de apuestas online en la Provincia de Buenos Aires? ¿Qué visión tiene sobre este creciente fenómeno?
Las restricciones y el aislamiento aceleraron el progreso del online y generaron también algunos interrogantes. Todos jugamos de una forma u otra; lo importante es que eso esté controlado por los organismos estatales. En referencia a los juegos lotéricos, que son aquellos que históricamente se comercializan en forma presencial en las Agencias de Lotería, nuestra Cámara considera que esta modalidad debe mantenerse, porque es la esencia de la existencia de nuestros comercios y del sustento de las familias agencieras. Por supuesto, siempre está la posibilidad de que se implemente un marco legal que le garantice al agenciero la exclusividad en su comercialización bajo esa modalidad, las actuales comisiones percibidas, y el actual rol del agenciero como custodio de la moralidad pública ante el juego.
¿Cuáles son las herramientas brindadas a sus asociados para el combate al juego ilegal y la promoción del juego responsable?
Hemos intervenido de manera directa en la lucha contra el juego ilegal; sobre todo, a partir de la sanción de la Ley 27.346, por la cual el juego clandestino dejó de ser una contravención para convertirse en un delito penal. También, a través de distintas campañas, impulsamos el juego oficial por parte de los apostadores bonaerenses, con premios estímulo, publicidad e información. En la casilla de mail [email protected], nuestra administración recibe denuncias que nos envían nuestros asociados -se preservan sus identidades-, elevando las mismas al departamento de Legales del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (IPLyC). De la misma manera, el IPLyC también recoge por su cuenta denuncias sobre juego ilegal, las que luego son presentadas antes las fiscalías correspondientes. Además, hemos llevado nuestros reclamos al Procurador General y al Ministerio de Seguridad de la Provincia, pidiendo su apoyo en esta lucha contra la clandestinidad. En estos momentos, estamos en tratativas con el IPLyC para generar en conjunto una campaña audiovisual sobre el tema. Creemos que hace falta mayor publicidad en referencia al juego oficial y responsable.
¿Qué planes y expectativas tiene CAOLAB para el futuro?
Nuestro principal trabajo es fomentar el consenso y la unión entre los agencieros. Los encuentros con las distintas entidades provinciales, nacionales y con el IPLyC para analizar la actualidad de nuestro sector y plantear soluciones a los problemas existentes nos permiten definir políticas comunes en defensa de nuestras fuentes laborales. Quiero destacar el deseo de superación y la imperiosa necesidad de creer en un futuro mejor, acrecentando nuestro esfuerzo por lograr las mejoras a las que todos aspiramos.