Por Nahuel Díaz, periodista y colaborador de G&M News.
¿Cómo ha venido actuando su entidad en los últimos meses para defender al sector frente al accionar coactivo del Gobierno mexicano, a partir del cierre indiscriminado de salas de juego en distintas partes del territorio?
Un dato que vale la pena que se comente es el siguiente: el actual gobierno de Manuel López Obrador comenzó en diciembre de 2018 y, desde ese momento hasta la fecha, en menos de cuatro años, hemos tenido cinco reguladores del juego en México. Sin dudas, eso genera inestabilidad en el sector. El nuevo director Manuel Marcué Díaz empezó con inspecciones a mediados de febrero de 2022 y continuó con algunas sanciones más severas, donde se procedía a clausurar salas, pese a que el sector ha sido muy organizado, dinámico y cumple con lo que exige el Gobierno mexicano: la ley, el reglamento y todas las medidas de sanidad. Además, seguimos el ejemplo de grandes consorcios del juego como Las Vegas, Macao y Montecarlo. Con respecto a la higiene, usamos antibacterial al entrar junto a las máquinas, en las mesas de juego y en los baños. Tuvimos medidas de protección frente a la pandemia muy por encima de la media nacional. En cuanto al cumplimiento de permisos de uso de suelo, de anuencias municipales, todo está en orden y nos sorprendió mucho este proceso de la Secretaria de la Gobernación mexicana, con el cierre de 17 salas. El proceso de reapertura ha sido bueno y la actividad sigue funcionando de manera favorable, aprovechando que la pandemia ha cedido y todas las salas funcionan con aforos muy cercanos al 85% y con horarios similares a los de antes de la pandemia.
¿Qué otras preocupaciones tiene AIEJA en este momento?
En febrero de 2022, se publicó una modificación a Ley General de Salud, en el apartado de consumo de tabaco. Antes, permitían fumar sólo en una tercera parte de la sala, pero como los casinos están bajo techo, esas terceras partes tenían que cumplir con extracción del humo y ventilación, pautas como las que se piden en la industria del juego en Las Vegas. La publicación del 18 de febrero prohíbe fumar totalmente en lugares cerrados; bajo techo ya no se puede fumar. Por lo tanto, hay que habilitar espacios al aire libre para fumar, algo que nos afecta, porque una buena parte de la gente que va a las salas fuma cuando está con la máquina. Creo que, a mediano plazo, tendremos que aceptar que ya en los casinos de este país no se puede fumar.
¿De qué manera nota la evolución del juego online en el mercado?
El crecimiento del juego online en México ha sido exponencial, al estar limitadas las salas físicas. La oferta se elevó 40% en 2020, 15% en 2021 y este año trepará otro 15%. Estuve en ICE Londres y en GAT Cartagena y, el año pasado, en Miami y en Las Vegas. La pregunta que nos hace la mayor parte de la gente es sobre el juego online, que ha avanzado mucho y es una alternativa para la industria. Creemos que es un mercado que seguramente dará más vida a la actividad del juego y potenciará los ingresos del sector.
¿Cómo impulsan desde AIEJA la promoción del juego responsable y la lucha contra la ilegalidad?
Ya sea en los medios o en la sociedad, el sector del juego tiene una imagen distorsionada de la realidad, sobre todo, considerando que se trata de una actividad de entretenimiento que genera inversión y aportes a través de los impuestos. Hemos desarrollado un área de comunicación social muy activa que nos ha permitido tener contacto con todos los periodistas mexicanos que trabajan el tema: fuentes de periódicos, televisión, radio y redes sociales. Procuramos explicarles bien cómo funciona la industria. Hemos intentado mostrar una imagen positiva y avanzamos mucho en ese sentido. Además, lo vinculamos con la responsabilidad social a través de una capacitación a todo el personal de las salas para que puedan atender o derivar correctamente a las personas que padecen juego problemático a fin de que puedan recibir un adecuado tratamiento. También trabajamos a través de la Fundación Juego Responsable, que se ha vinculado con dos asociaciones, una estadounidense (Project Cure) y una local, que es Curando México. Ambas realizan donaciones a hospitales mexicanos, tengan o no casinos en su ciudad, con camas, ventiladores, sillas, aparatos y mercancías que, en promedio, suele representar US$500 mil. La idea es que los hospitales mexicanos tengan un equipamiento más moderno. Compartimos buena información a la sociedad sobre lo que hacemos. Un tercer eje de acción se efectúa de manera individual con cada permisionario, que tiene su área de compromiso social. Big Bola, por ejemplo, tiene un fuerte programa de responsabilidad corporativa que se centra en el donativo de sillas para personas de la tercera edad y de aporte para otros tratamientos, como atención de asilos, donación de desayunos en escuelas cercanas a los casinos de la marca, entrega de ropa en invierno y demás acciones solidarias. Actualmente, existe una verdadera política activa de responsabilidad social que ya es parte esencial de la industria
¿Cómo se da el debate de los integrantes del sector en México con el Gobierno en torno a la actualización de la Ley Federal de Juegos y Sorteos?
El Gobierno mexicano y el director de Juegos nos han dicho que, prácticamente, resulta complicado poder sacar una reforma a la Ley. Faltan dos años para que termine el actual Gobierno y ven inviable una nueva ley. Sí nos comentaron sobre una modificación al reglamento. Hemos trabajado en la industria y crecido con una ley de 1947 (hace 75 años). Ese reglamento nos dio una rendija de legalidad que, además, se vio fortalecida con una modificación. El reglamento es de 2004 y, en 2013, se publicó una modificación que fue controvertida, pero que resolvió en 2016 que la industria es legal, el juego es legal, el reglamento es legal y es la Secretaría (Segob) el órgano regulador. No vemos la necesidad urgente de una ley, pero sí hacen falta modificaciones al reglamento para darle modernidad al sector, regular el juego online, otorgar más permisos, analizar las inspecciones a las salas y las zonas donde pudieran darse ‘pequeños Las Vegas’, como Cancún o Los Cabos, que cuentan con playas con atracción turística.
¿Cuáles son los desafíos y oportunidades para el juego en México en los próximos dos años?
La pandemia frenó todos los proyectos. En 2021 y en parte de este año, nos concentramos en la reapertura de salas, el manejo de los aforos y los horarios. Obviamente, también se generó una política de sanidad que representó un mayor cuidado de la salud en las salas. Creo que lo que se hizo durante los años anteriores y en éste fue salvar a la industria, a los casinos, cuidar los empleos y la actividad. Ahora que la situación se encuentra más estable, para los próximos dos años, el objetivo es aumentar el número de salas. Intentamos que el Gobierno autorice la apertura de más salas. Por ley, las tienen aprobadas, como los operadores Apuestas Internacionales SA de CV o PlayCity, de Televisa, que tiene aprobadas 45 salas, pero sólo 17 están abiertas. Esperamos un crecimiento importante, con un reglamento que dé mayor claridad al tema y con la expansión del juego online. Todo esto estará vinculado a la transferencia de pagos, a la evolución de las plataformas digitales y los Esports, y a todo lo que tenga que ver con el juego en línea y la labor de los proveedores de la industria.