En los últimos cinco años, la actividad se potenció a partir de la creatividad de los estudios desarrolladores de juegos. A eso, se agregó la evolución de las ligas de Esports. La habilidad individual, el trabajo en equipo y la presencia estimuladora del Estado son los puntos fuertes de un mercado que necesita ‘saber venderse’ y recibir más inversión privada.
Desde 2015, la industria de los videojuegos ha experimentado un progreso ininterrumpido en Uruguay. Según un estudio del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), en el período 2015-2017, la creación de empresas del sector aumentó 100% y las descargas de juegos nacionales superaron los 10 millones. Claro que, antes que hablar de las empresas, es importante destacar la cuestión educativa en torno a este rubro.
EL PESO DE LA FORMACIÓN ACADÉMICA EN VIDEOJUEGOS
La formación en videojuegos abarca áreas como la animación, artes y medios digitales, producción de video, desarrollo de sonido, narrativa, arquitectura, diseño de juegos, personajes y escenarios, tecnologías de programación, realidad virtual y aumentada, y marketing. En noviembre de 2019, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destacó a Uruguay en su reporte ‘Los videojuegos no son un juego: Los desconocidos éxitos de los estudios de América Latina y el Caribe’. Según el organismo: “Uruguay es un país que ha comprendido la demanda de videojuegos. La Universidad ORT, en Montevideo, fue la pionera en ofrecer en 2010, y dentro de la Facultad de Comunicación y Diseño, la opción de estudiar Licenciatura en Animación y Videojuegos. Desde su segundo año de existencia hasta la actualidad, logró triplicar las inscripciones. A lo largo de su historia, unas 350 personas han elegido estudiar esta especialidad. Pronto, otras universidades de la región se sumaron a la propuesta educativa, en la que habilidades como el pensamiento abstracto, la agilidad mental, la resolución de problemas, matemática y el marketing se fusionan con la creatividad”. En efecto, la Universidad de la República (Udelar) tiene una carrera sobre Videojuegos y Animación. Se dicta en el Centro Universitario Regional del Este (CURE), ubicado en la parada 11 del balneario Playa Hermosa, Maldonado. También está la Licenciatura en Lenguajes y Medios Audiovisuales, que se encuentra en la órbita de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Este título tiene dos especializaciones: medios audiovisuales y medios audiovisuales interactivos. La opción en videojuegos nació en 2014 gracias al apoyo de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones y Servicios (Dinatel). Por su parte, la Escuela de Diseño y Comunicación de BIOS es la más antigua. Lleva dos décadas de experiencia. Ofrece tres cursos vinculados a los videojuegos: Arte, Programación y Diseño. Hay otras dos conexas: Animación 2D y 3D. Hace dos años, Senpai Academy introdujo en sus propuestas del área tecnológica y de programación el curso ‘Video Games Developer’. Tiene una duración de cuatro meses y ofrece un enfoque esencialmente práctico.
EL ROL DEL ESTADO Y LOS DESARROLLADORES
En Uruguay, existe una clara estrategia que parte desde el Estado de fomentar esta industria. El desarrollo de videojuegos para exportación está libre del impuesto a la renta empresarial y los videojuegos educativos que se consumen en el país están libres del IVA. Además, el MIEM realiza convocatorias enfocadas en el financiamiento de videojuegos. Por ejemplo, en julio pasado, el Ministerio lanzó una convocatoria a empresas para la realización de un videojuego en distintas plataformas, otorgando a los proyectos elegidos fondos no reembolsables. Volviendo al informe del BID, con respecto a los estudios desarrolladores de videojuegos, se destacó a Ironhide, Pomelo Games y Trojan Chicken. Ironhide genera juegos de calidad premium para móviles y PC. Sus productos han sido ganadores de diversos premios: Game of the Year 2011, Best Strategy Game 2011 (Jayisgames), Best Business KCG 2012 (Corea), Best Strategy Game 2013 (Armorgames), Best Latam Game 2016, Android Excellence 2017 (Google Play), Gold Award 9/10 Pocket Gamer 2017, entre otros. Asimismo, Ironhide desarrolló Kingdom Rush, que fue descargado más de 100 millones de veces en iOS en siete idiomas: inglés, francés, alemán, japonés, coreano, portugués, y ruso. Este juego marcó un antes y un después en la historia de los desarrolladores (y de la propia empresa) en Uruguay. Con respecto a Pomelo Games, se especializa en videojuegos para celulares de alta calidad visual. Entre sus títulos están Bullet Boy, Mars: Mars, Dinosaurs are People Too y Once Upon a Tower, que han conseguido más de 10 millones de descargas. Por su lado, Trojan Chicken genera contenido único para niños.
Con respecto a los empresarios señalados en el texto del BID, están Gonzalo Frasca (diseñador, consultor y catedrático de videojuegos de la Universidad ORT) y Sofía Battegazzore (directora de Payana Games y una de las pioneras en el desarrollo de videojuegos en Uruguay). Battegazzore es la única uruguaya que figura en la lista de las 100 mujeres pioneras en este género del entretenimiento, en el libro Women in Gaming, publicado en 2018 con autoría de la estadounidense Meagan Marie. Asimismo, en 2019, el desarrollador Sebastián García consiguió que su título Fight’n Rage se convirtiera en el primer videojuego uruguayo presentado globalmente en las plataformas Nintendo Switch, Microsoft Xbox One y PlayStation 4 de Sony. Además, Knight Quest es un videojuego uruguayo que se destacó por su facilidad y su capacidad educativa en tiendas como Apple y Google. Es un juego simple pero innovador, desarrollado por el estudio Golden Bite Games, a partir del Plan Ceibal, propuesto por el Gobierno uruguayo. Gabriel Vainsencher y Santiago Sierra son los fundadores de Golden Bite Games, que también tiene publicados otros juegos móviles de Apple y Google, como Disco Party y Circus Jumps.
La realidad es que en Uruguay existen algunas empresas nacionales de videojuegos y al menos una extranjera, Etermax, responsable del exitoso Preguntados, que nació en Argentina, pero que, desde 2018, tiene una sede en Montevideo con más de 30 empleados. La masificación de los dispositivos móviles habilitó el crecimiento explosivo de esta pequeña industria local. Según el relevamiento del MIEM, sólo el 10% de las empresas uruguayas de videojuegos tiene más de 20 empleados; 40% tiene entre cinco y nueve, y otro 40% ocupa a menos de cinco. Es que la mayoría de los emprendimientos nace de grupos de amigos, estudiantes de cursos y licenciaturas en videojuegos, y no por impulsos empresariales con capitales de riesgo aportados puramente por privados. Desde hace tres años, el MIEM propone una iniciativa llamada ‘Mesa de Videojuegos’, en la que participan también Dinatel, Uruguay XXI, Antel, ANII, la incubadora Ingenio, la Cámara Uruguaya de Desarrolladores de Videojuegos (CAVI) y la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI). Allí se han creado varios programas para impulsar la industria, tanto en la etapa de desarrollo de juegos como para el lanzamiento de productos. En el proceso de generación, no sólo importan las ideas, la estética y la financiación, sino dar con un buen publisher, una empresa especializada en lanzar y distribuir el juego. De hecho, saber vender mejor los productos es uno de los puntos a mejorar del sector en el país rioplatense.
LOS MÁS DESTACADOS EVENTOS
Por supuesto que, para divulgar la actividad de los videojuegos, se vienen llevando a cabo en Uruguay una serie de eventos. En noviembre de 2019, en el auditorio Mario Benedetti del Complejo Torre de las Telecomunicaciones de Antel, tuvo lugar la quinta edición de GameLab Montevideo. La actividad reunió a las personalidades más influyentes del espacio local de los videojuegos, y contó con la participación del director nacional de Telecomunicaciones y Servicios de Comunicación Audiovisual, Rodrigo Díaz. Durante el encuentro, se abordaron temáticas como los Esports, la educación digital, el desarrollo independiente, el diseño de mundos y narrativas interactivas, los nuevos influencers y los formatos audiovisuales del videojuego. Los paneles reflejaron un ecosistema en constante evolución y adaptación, más que nunca concentrado en cómo comunicar tanto hacia adentro como hacia afuera. Entre los estudios que expusieron sus novedades, estuvieron Atomic Kaiser, Cualit, Dragon Fly, NaBUrean Prodooktionz y Xiphos Games.
Un mes después, en el mismo Complejo, se efectuó la tercera edición de Level UY, organizada por CAVI (en conjunto con Uruguay XXI, la Dirección Nacional de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria, Energía y Minería y Antel), que congregó a referentes internacionales de la industria de los videojuegos, desarrolladores locales y principiantes que buscan potenciar sus capacidades. El foco estuvo puesto en áreas como mercadotecnia y relaciones públicas, para que los desarrolladores uruguayos se capaciten más sobre cómo vender. Hubo charlas, conferencias, talleres y una expo de videojuegos en la que estudios uruguayos como Sharp, Treedome, Tegy, Ousland, MyBox, Atomic Kaiser, Xiphos, Arf, Star Dust, Cualit, Retromatero y Polynerve mostraron sus últimos proyectos. Sobre la situación de la industria, Rodrigo Alem Fernández, secretario de CAVI, sostuvo: “Somos muy buenos técnicos, hacemos muy buena programación y muy buen arte, pero nos cuesta vendernos, llegar al cliente y obtener esas negociaciones interesantes para poder desarrollarnos más”. Aun así, durante 2019, una delegación de diez empresas uruguayas asistió a la Game Developers Conference (marzo de 2019 en California, Estados Unidos), el evento más importante del mundo para desarrolladores de videojuegos. Esto se dio gracias al trabajo conjunto de CAVI con la Federación Latinoamericana de Desarrolladores de Videojuegos. A su vez, los estudios uruguayos Pincer Games y Pomelo Games fueron seleccionados para participar en el programa Indie Games Accelerator 2019 de Google para América Latina.
PASIÓN POR LOS ESPORTS
La pasión por los Esports en Uruguay es enorme; en especial, por un título deportivo. Es que, para la consultora Gamstat, los uruguayos han sido los que más jugaron al FIFA 20 de EA Sports en todo el mundo. El país latinoamericano tiene 1.7 veces más jugadores que el promedio mundial (otros 69 países consultados). Además de los jugadores ‘casuales’, el FIFA favoreció la creación de la entidad privada Federación Uruguaya de Fútbol Virtual (FUFV), donde hay unos 2.000 jugadores y más de 100 equipos que se entretienen en el modo 11 versus 11. El gran salto de FUFV sucedió cuando la agencia de apuestas deportivas Supermatch se sumó a la liga. En cuanto al FIFA 20, a julio de 2020, contaba con 31,5 millones de jugadores en todo el planeta. Ahora, con el ya estrenado FIFA 21, que llegará en octubre, habrá un nuevo desafío para los gamers. A la vez, uno de los juegos que más ha movido la aguja en Uruguay es Fortnite. Todas las semanas hay torneos que reparten miles de dólares y que llaman la atención de muchas empresas, porque detrás de cada una de estas competencias hay plataformas de streaming que transmiten en vivo las competiciones, lo que genera una gran visibilidad.
Una entidad de peso en el sector es la Asociación Esports Uruguay (AESU), presidida por Diego Martínez Sosa. Creada en febrero de 2019, tiene por finalidad mejorar, promover y reglamentar la práctica de los Esports en sus distintas modalidades en todo el país, a partir de los valores de deportividad, equidad y desarrollo sustentable de sus miembros y afiliados. Además de generar vínculos con organismos internacionales de Esports, la entidad organizó en los primeros días de agosto ‘Punta Esports Weekend’, un evento con actividades y competencias de los principales videojuegos. La cita también incluyó stands comerciales de diferentes sponsors que ofrecieron sus productos y novedades al público asistente. Este encuentro se estructuró en tres grandes áreas específicas, según la modalidad de juego: Zona PC (League of Legends, Fortnite, Gran Turismo); Zona PlayStation (FIFA, Mortal Kombat), y Zona Mobile (Clash Royale, PUBG Mobile).
GAMERS ESTRELLA Y LIGAS
Entre los gamers profesionales uruguayos, se destaca Marco ‘TQMarco’ Poppitti (22 años, oriundo de Ciudad del Plata, San José). Por su habilidad en el juego de batallas Playerunknown’s Battlegrounds (PUBG), fue contratado por el equipo español Team Queso, que le abona un sueldo fijo mensual a cambio de que él y sus compañeros lo representen en las competiciones internacionales. De hecho, en diciembre de 2019, el equipo se posicionó en el sexto lugar del Mundial de PUBG Mobile, disputado en Malasia. Otro ejemplo es Nicolás ‘MadRaider’ Studer, que viajó por varios países en competencias y hoy se desempeña como coach. Durante años, disputó torneos de Clash Royale. Ahora, prefiere ser coach para terminar la carrera de Contador. Algunos nombres conocidos de gamers profesionales uruguayos son Stephanie ‘Careta’ Huartamendia, que integra el grupo Rainbow7 y compite en LoL, y Mateo ‘Buggax’ Aroztegui (también LoL), ex jugador estrella de Falkol e Isurus, ahora descansando hasta 2021 por seguridad, debido al COVID-19.
Con respecto a las ligas uruguayas de Esports, desde 2017, la empresa Movistar organiza en Uruguay torneos nacionales. En mayo de 2019, junto con Riot Games, llevó adelante la Liga Nacional de League of Legends (con 162 equipos), que implicó la primera competencia profesional enmarcada dentro de un circuito internacional. El equipo S2N Esports Club fue campeón tras superar 3-0 a Abstract Gaming. Otra de las marcas que apuesta al mundo gamer es Axe, patrocinadora del torneo de la Liga Uruguaya de Fútbol FIFA 20. Para impulsar el rubro, además, se han hecho una serie de streamings en donde jugadores consagrados y con experiencia plantean desafíos y juegos.
Finalmente, este año, se planea lanzar la Liga Oficial de Esports de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). En la actualidad, la AUF se encuentra en la etapa del plan de negocio porque muchos clubes uruguayos tienen cedidos sus derechos de Esports para la Federación Uruguaya de Fútbol Virtual (FUFV). La idea es desarrollar tres líneas de negocio: 1) la de Conmebol con las competencias internacionales de clubes; 2) con la FIFA por la Selección Uruguaya, y 3) cobrar regalías del juego que se venderá al aficionado. Con esta acción, se procura ser parte de un mercado que, según la consultora Newzoo, generó ingresos de US$1.100 millones en 2019 a nivel mundial y tuvo una audiencia global de 454 millones de personas (+27% frente a 2018).