¿Desde cuándo juegas al poker? ¿Cómo nació tu pasión por este deporte?
Empecé a jugar al poker después de una larga lesión en la rodilla. Estuve acostado durante mucho tiempo y no podía moverme. Fue una de las distracciones que elegí para ese momento y, después de jugar un rato, vi que el poker tenía un aspecto mental importante y que era un juego muy interesante en el cual profundizar.
A la hora de participar en un torneo, ¿existe presión por tu situación de ser un ex futbolista reconocido? ¿Cómo afrontas el tema de la fama?
Suelo utilizar los torneos y las partidas con amigos para desconectarme de alguna situación estresante, pensar sólo en el poker y disfrutar de ese momento de distracción. La presión de la fama la sobrellevo muy bien. Además, al usar esta actividad como forma de relajación y entretenimiento, siempre obtengo buenos resultados en las mesas.
Neymar y Ronaldo también disfrutan del poker. ¿Qué tiene este juego que atrae a los futbolistas brasileños de élite como ustedes?
No creo que seamos sólo nosotros los que jugamos. Existen muchos más deportistas en diferentes ámbitos que utilizan el poker para socializar. Lo que atrae a todas las personas a las que les gusta el deporte es la emoción de cada jugada, la falta de control sobre una mano, la incertidumbre porque nunca sabes si tomarás la mejor decisión. Esto hace que el juego sea realmente emocionante en todos los aspectos.
En tu opinión y desde tus conocimientos, ¿qué lugar ocupa Brasil en el ámbito del poker latinoamericano? ¿Cómo lo ves a nivel mundial?
En este momento, no podría decir en qué lugar del ranking estamos, pero contamos con jugadores que ayudaron mucho al crecimiento de este deporte en Brasil, como João Simão, André Akkari, Enio Bozzano, Pedro Padilha, Luiz Duarte, Alexandre Mantovani y tantos otros que forman parte de un gran grupo que lleva el nombre de Brasil a los más alto en todo el mundo.
¿Qué enseña el poker que el fútbol no?
Son deportes muy diferentes y no hay forma de compararlos. Hay una cosa que los dos tienen en común y es la emoción que puede existir en un momento específico, en cada jugada. Por ejemplo, si analizamos, en el fútbol no hay tanto tiempo para pensar y todo responde a cómo se mueva la pelota. Esos movimientos dependen del timing para que el equipo funcione bien. En el poker, las acciones se hacen de una manera más técnica, viendo cómo juega tu oponente, tu forma de pensar o cómo te adaptas al juego dependiendo de los niveles en los que te encuentres. Siempre hay un factor de suerte que es necesario para llegar al final de una partida; pero, en el poker, es muy probable que dependa un poco de las matemáticas para saber si debes pagar una jugada o no. Eso hace que este deporte sea tan especial.
¿Las ganancias y los premios del poker tienen un sabor diferente a cualquier cosa que hayas logrado como jugador de fútbol? ¿Por qué?
No comparo los dos deportes porque creo que cada uno tiene su magia. El fútbol es algo único que no se puede explicar y las emociones que puede brindarte quedan grabadas para la eternidad. El poker también te permite experimentar grandes emociones y reconocimiento, algo que es muy importante. Además, si eres buen jugador, te brinda un beneficio económico que te ayuda a vivir mejor.
¿Qué historia divertida te sucedió en algún torneo que puedas compartir con nuestros/as lectores/as?
Recuerdo un episodio en un torneo al que fui invitado por PartyPoker en Río de Janeiro, en el Hotel Copacabana Palace. Algunas personas en las mesas donde estaba sentado yo me pidieron tomarse unas fotos conmigo, lo que hice con mucho gusto. Casualmente, en nuestra mesa estaba sentado ¡Phil Hellmuth!, un gran jugador de poker super famoso y exitoso, que no entendía nada sobre esta situación. Entonces, comenzó a preguntarme por qué la gente me tomaba fotos y le expliqué quién era, y en qué clubes de fútbol había jugado. Él no sigue mucho el fútbol y no me conocía. Hasta ese momento, yo había perdido todas las jugadas con él, pero después empezó a respetarme un poco más en la mesa y no pagó más los all-in en los que fui en su contra. Pude comprobar que entre gente conocida hay un poco más de respeto en el juego y puedes sacar algún beneficio por ser quienes somos.
¿Qué consejo le darías a cualquier persona que quiera empezar a jugar al poker?
Debe informarse antes de aventurarse al juego, tratar de aprender progresivamente y tomar cursos con buenos profesionales que puedan orientarlo de manera adecuada. Esto le ahorrará mucho dinero y le evitará dolores de cabeza. En este deporte, el dinero es esencial y ayuda a que un jugador pueda participar en más torneos.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Han pasado tres años desde que me gradué como entrenador de fútbol profesional y éste es el proyecto en el que estoy embarcado. Me encanta esta nueva etapa de mi vida y la transición que estoy haciendo con mucho trabajo y aprendizaje, de futbolista a entrenador. La realidad es que vengo teniendo un crecimiento personal y profesional muy grande y estoy muy feliz por eso. Siempre he creído que cuando haces lo que te gusta, estás más cerca del éxito, porque el trabajo no pesa y se hace con mucho más placer. Espero que pronto llegue mi oportunidad de poder demostrar un poco más mi preparación como entrenador, no sólo en juveniles, sino también en categorías superiores.
FICHA PERSONAL
Júlio César Baptista nació en São Paulo, Brasil, el 1º de octubre de 1981. A los 39 años, el ex futbolista acumula una prestigiosa carrera en ese deporte. A nivel clubes, en el puesto de mediocampista ofensivo o como delantero, estuvo en São Paulo FC y Cruzeiro (Brasil), Sevilla, Real Madrid y Málaga (España), Arsenal (Inglaterra), Roma (Italia), Orlando City (EE.UU.) y Cluj (Rumania). Disputó 438 partidos y anotó 126 goles. Obtuvo los Campeonatos Paulistas 2000 y 2002 con São Paulo, la Liga Española 2008 con Real Madrid y la Serie A 2013 y 2014 con Cruzeiro.
Baptista también integró la Selección de Fútbol de Brasil (48 encuentros y 5 tantos), con la que conquistó dos Copas América (2004 y 2007) y dos Copas Confederaciones (2005 y 2009). Se retiró en mayo de 2019, tras más de 20 años en la élite del fútbol mundial. Inmediatamente, ya con el título de DT, empezó a entrenar a una de las divisiones menores del club Valladolid de España. Actualmente, es técnico del Juvenil A del Valladolid.
A nivel personal, consiguió la nacionalidad española en julio de 2007. Además de su pasión por el poker, es aficionado al golf y al boxeo. Está casado desde 2010 con la española Silvia Nistal, que es organizadora de eventos. La pareja tiene una niña, Isabella, y un niño, Guillermo.
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